Motor de motores

A partir de 2016 con la creación del Ministerio de Poder Popular para Desarrollo Minero Ecológico se abre una importante ruta en la política minera para el país. Es a partir de ese momento cuando comienza una nueva etapa en la política de la minería en Venezuela, traducida en importantes hitos para nuestra historia presente y futura.

Un antecedente de interés para la comprensión de la minería como motor de motores parte de la explicación dada por el presidente Hugo Chávez sobre el Arco Minero de Guayana o Arco Minero del Orinoco, como posteriormente se le llamaría. (https://www.youtube.com/watch?v=_a5Dcs7jwAI video de Hugo Chávez explicando el Arco Minero del Orinoco).

El 23 de agosto de 2011, Hugo Chávez, presidente de la República describía “…un gran eje de desarrollo agrícola, agroindustrial, pesquero y minero, de cerca de 100 mil km2, del lado sur del Orinoco, una zona, lo he llamado así, un arco, donde hay oro, bauxita, coltán, diamantes, toda esta área del sur del Orinoco y la zona del oro conforman un arco minero de Guayana, o arco minero del Orinoco, son grandes extensiones donde reside un gran potencial y un gran poderío económico, a esto sumémosle, el cinturón gasífero del Caribe… aquí está una estrategia… se nos ocurrió pensar cómo uniendo la faja petrolífera con el arco minero del Orinoco, en una sola estrategia de desarrollo, de lo petrolero con lo minero… generar un plan de acción en dos horizontes… geopolítico y estratégico…Voy a aprobar este punto de cuenta que contiene el Plan de Acción Estratégica conjunta de la Faja Petrolífera y del Arco Minero del Orinoco”.

La visión del estratega era desarrollar todo el potencial que generaba la producción minera y unirla al potencial generado por los hidrocarburos, los principales minerales que mueven la industria y el comercio mundial se encontraban en esas dos regiones del centro y sur de Venezuela. Desde ahí se generaría la diversificación de la renta y se producirían importantes aportes para el desarrollo social y el impulso de otras áreas de la economía.

En 2016 se firma el decreto 2248, publicado en Gaceta Oficial n. ° 40855, que hace del Arco Minero del Orinoco un hecho fáctico y concreto. La firma de este decreto impulsaría la nueva política minera del país.

Oro, diamante, coltán, hierro y bauxita se anclan como minerales estratégicos para la nación, y la incursión del diamante en el complejo mundo de la certificación internacional, a través del ingreso de Venezuela en el prestigioso Sistema de Certificación del Proceso Kimberley (SCPK), marca pautas importantes en lo concerniente al sistema de extracción, calidad del producto y acatamiento a normas internacionales de derechos humanos y respeto a la naturaleza.

Con la incursión de Venezuela como miembro del SCPK, nuestro país comercializa legalmente diamantes en bruto en mercados internacionales generando importantes ingresos (divisas).

Adicionalmente, la minería diamantífera permitió la reforma de la Ley del Banco Central de Venezuela, en diciembre de 2014, vía Habilitante, lo que posibilitó que el diamante formara parte de las reservas internacionales conjuntamente con otros metales preciosos como el oro.

De esta forma, la minería da fortalecimiento económico y seguridad a la nación, además de convertirse en una importante fuente para la inversión de otras áreas productivas y estratégicas.

La certificación diamantífera plantea como reto para el Motor Minero un sistema de certificación para el resto de los minerales estratégicos, con esta propuesta aun en ciernes, se proyecta generar una minería respetuosa con el ambiente, las leyes y los derechos humanos.

Sin embargo, la minería en Venezuela atraviesa la amplia extensión de nuestro país, y así como los minerales estratégicos son la hoja de ruta actual para la economía y el comercio mundial, otros minerales, metálicos y no metálicos, son fuente esencial para el desarrollo de otras áreas tan diversas como la alimentación, agricultura, la farmacéutica o el área de la construcción.

Minerales no metálicos

El campo de los minerales no metálicos se convierte en otro de los vértices de importancia para un país que planifica a futuro un desarrollo integral e interconectado de todas las áreas productivas y socioproductivas del territorio nacional.

Venezuela, tierra de gracia, posee en su vasto territorio abundante cantidad de minerales como arenas y areniscas, arcillas, caolín, cuarcitas, dolomita, feldespatos, granito, mármol, gravas, caliza, sodio, sílice, talco, yeso, rocas fosfáticas, azufre, limonitas, pizarras, esquistos, micas,  granito, filitas, basaltos, carbón y diamante (estos últimos estratégicos para la nación), entre muchos otros.

Tradicionalmente, subestimados a pesar de tener una infinitud de usos en la vida diaria, estos minerales se convierten en elementos de importancia para la cadena de valor que significa Venezuela hecha potencia.

La solidez y la diversificación industrial pasan necesariamente por la creación de valor agregado de las materias primas que se explotan, y que en general son bienes finitos como el petróleo o cada uno de los minerales estratégicos de los cuales hoy nos servimos para generar divisas.

Hacer realidad ese referente pasa por una política que permita descubrir qué minerales estratégicos y no estratégicos, forman parte de una cadena de valor más amplia que la de cada mineral aislado en su contexto.

En este sentido, revalorizar la importancia que tienen los minerales no metálicos o industriales para el desarrollo de la nación pasa por determinar los encadenamientos que le dan el valor a cada uno de esos minerales, por procesos de inversión en equipos, capacitación de personal, técnicas de prospección de última generación, certificación y clasificación de reservas, entre otras, es decir, una política no diferenciada en cuanto a los métodos de extracción que se aplican para los minerales estratégicos.

De igual forma, sabiendo la importancia de esos minerales para la fabricación de bienes duraderos y no duraderos en industrias como la de la construcción, automotriz, electrónica, agroindustrial, farmacéutica, entre otras, la política minera deberá delinear la hoja de ruta que posibilite los encadenamientos necesarios para que Venezuela se convierta en proveedor de bienes elaborados sustituyendo así el proceso de importación de dichos bienes.

Hoy la extracción minera se convierte en fuente importante de divisas para la nación; minerales como el oro, diamante, coltán bauxita y carbón, altamente cotizados en el comercio internacional, sustentan una parte importante de la economía del país, y esta inversión se destina a diversos ámbitos.

Inversión social

Ámbito socioeducativo

  • Inversión en el área educativa en todos los niveles con la ampliación de escuelas básicas, medias y técnicas, y el mejoramiento de las infraestructuras educativas en todo el país.

  • Fortalecimiento de áreas técnicas y programas de capacitación permanente a nivel laboral con el fin de generar personal altamente calificado y comprometido con el desarrollo del país.

  • Creación de escuelas técnicas y artesanales para el tallado de diamantes y otras gemas.

  • Generación de programas de incentivo socioeducativo.

  • Fortalecimiento de la inversión social, capacitación permanente y asesorías para generar una organización sociocomunitaria estructuralmente consolidada, entre otras.

  • Programas de capacitación y formación en materia minera y ambiental para insertar a las comunidades ubicadas en las áreas de influencia de la minería y convertirlas en ejes del Motor Minero.

  • Promoción de centros de estudios e instituciones especializadas en el área minera.

  • Creación de centros de apoyo para la adquisición de maquinarias e insumos mineros.

Inversión infraestructura y nuevas tecnologías

  • Programas (incentivo) de innovación tecnológica e investigación científica a través de alianzas y convenios con centros educativos, tecnológicos y de investigación. La vinculación entre estos centros de saber y la aplicación de este conocimiento en las áreas de desarrollo se convierte en una de las principales metas de esta nueva etapa.

  • Programas de integración internacional a través de nuevas alianzas estratégicas. Venezuela se muestra como un destino de importancia para la inversión extranjera en las áreas mineras, en especial, de los minerales estratégicos posicionados internacionalmente por su valor y calidad, esto sin dejar de lado, la exploración y explotación de minerales necesarios para el fortalecimiento y/o desarrollo de actividades como la industrial (carbón), la agrícola (fosfatos) y construcción (calizas, arcilla, entre otros).

  • Apoyo a programas de construcción de hogares como la Misión Vivienda Venezuela.

Sistema fiscal y legal

  • El acompañamiento de un sistema legal y fiscal que permite agilidad, transparencia y confianza al inversor nacional y extranjero, eliminación de trabas burocráticas, y el anuncio del presidente Maduro sobre una guerra incesante a la corrupción, se convierten elementos que impulsarán que la minería se convierta en uno de los principales engranajes del sistema productivo nacional.

Responsabilidad ambiental

  • La minería se constituye hoy en una de las áreas más interesadas en proteger la naturaleza, siendo que los minerales son recursos finitos, la necesidad de procesos de planificación para su extracción, la utilización de su mayor valor y la protección de la naturaleza de donde se extraen se convierten en temas de interés estratégico para la nación.

  • Programas para la restauración de áreas degradadas por la actividad minera a través de investigaciones realizadas por instituciones reconocidas a nivel internacional, son entre otras, actividades que se priorizan en el Motor Minero.

Engranajes productivos

Con procesos incipientes pero bajo una planificada política los minerales estratégicos, no estratégicos, metálicos y no metálicos, suman sus aportes para la construcción y el desarrollo del país.

Ingresos generados por la venta de los minerales estratégicos son destinados en diversas áreas de la actividad productiva y socioproductiva, mientras que los minerales no metálicos o industriales, como el carbón, el silicio, el azufre, los fosfatos o el feldespato, entre otros, se convierten en esenciales para actividades que van desde la generación de energía hasta la producción de complejos habitacionales, pasando por la industria alimentaria o agroalimentaria del país.

El engranaje productivo de los minerales en los programas de promoción del desarrollo del país, como los diseñados por el presidente Chávez en el año 2003, a través del Sistema Nacional de Misiones, Grandes Misiones y Micro-Misiones «Hugo Chávez»,? se hace habitual fortaleciendo la política minera y creando las condiciones para sembrar la renta producida por la minería.

Misión Energética: carbón -de alta calidad- facilita la generación de energía través de sistemas carboeléctricos. La no renovabilidad de este mineral impone la necesidad de realizar investigaciones aplicadas que permitan en el futuro cercano la sustitución de este mineral de tal forma que se sustituya la generación eléctrica por carbón por la generación de fuentes energéticas alternativas como celdas fotovoltaicas que de manera incipiente han comenzado a instalarse en vías principales de algunas de las más importante ciudades de Venezuela (países altamente industrializados como los Estados Unidos mantienen en un 56 % el uso del carbón como fuente generadora de energía).

Gran Misión Vivienda Venezuela y las misiones asociadas Villanueva y Hábitat: El uso de minerales como el sílice para la fabricación de arena, fabricación de cristales y hormigón; la cal (pinturas), la roca caliza (para la formación de cemento), el granito, el yeso (construcción de dry-wall y moldes), el feldespato o la arcilla (fabricación de ladrillos, porcelanas, lozas), son esenciales para la construcción de los grandes emprendimientos habitacionales producto de una de las más importantes misiones sociales y referente prácticamente único en el mundo de construcción de viviendas de interés social. Además del carbón, hierro, acero y aluminio, entre otros.

Misión Agro Venezuela y sus misiones asociadas Alimentación, Zamora y Árbol. Azufre (elaboración de fertilizantes, colorantes y pesticidas), cloruro de sodio o sal común (conservante y condimentado de alimentos), fosfatos (antiaglutinantes, estabilizantes y antiapelmazantes de la industria alimenticia), son entre otros, algunos de los minerales que apoyan el desarrollo de este importante programa social.

Misión Piar. Formación y asesoría continua y permanente a comunidades y a pequeños y pequeñas mineras. Los procesos de formación y promoción organizativa a través de la planificación para el crecimiento y desarrollo de comunidades asentadas en los entornos mineros, se convierte en ámbito esencial de la política minera. Con una metodología que parte de la importancia de lo local y regional en el que el sujeto minero se convierte en protagonista y corresponsable, la política minera va de la mano con hombres, mujeres y comunidades mineras.

En otros escenarios, los minerales sustentan actividades vitales para el desarrollo del país. Por tanto, el carbón como elemento de importancia en la cadena productiva del hierro y el acero, para la fundición a grandes temperaturas e incluso para el uso doméstico, el azufre como componente para la fabricación de baterías para automóviles y en la producción de cauchos para vehículos.

El diamante para la industria médica y para la generación de componentes y equipos de alta gama y durabilidad en industrias como la petroquímica, además de su uso para la creación de bienes suntuosos.

Aporte del Motor Minero a los sectores productivos de Venezuela

Sectores productivos

Aporte o contribución al sector productivo

Minerales asociados

Agroalimentario

Materia prima para el proceso de siembra y cultivo como abono y fertilizantes para los alimentos de consumo humano.

Fosfato, dolomita, diatomita, bentonita, sal, talco, caliza, caolín, sílice, turba, lignito, yeso y magnesita.

Forestal

Materia prima para el proceso de siembra y cultivo como abono y fertilizantes.

Magnesita, barita, níquel, caolín, sílice, ilmenita, hierro, tantalio.

Farmacéutico

Materia prima para la elaboración de medicamentos, insumos para el hogar, productos cosméticos y de higiene personal.

Tantalio, ilmenita, caolín, sal, caliza, bario, barilio, bentonita, diatomita, cobalto, sílice, cuarzo, yeso y barita.

Petroquímico

Materia prima para obtener productos químicos derivados de los hidrocarburos aromáticos.

Feldespato, sal, potasio, yeso, barita, plomo, arcilla blanca, sílice, silicio, cobalto, caolín, cromo, bentonita, azufre, cuarzo, caliza, tantalio e ilmenita.

Hidrocarburos

Materia prima para la construcción de piezas y maquinarias requeridas para la extracción y procesamiento de hidrocarburos.

Magnesita, sílice, silicio, barita, yeso, cuarzo, caliza, caolín, bentonita, plomo, caolinita, estaño, tantalio y arenas.

Industrial

Materia prima para la producción de bienes intermedios o finales, generando valor agregado a los minerales.

Cromo, cobalto, ilmenita, bario, barita, hierro, mica, plata, sílice, yeso, bauxita, magnesita, cobre, tantalio, caliza, níquel, plomo, uranio, estaño, casiteria, diamante, diatomita y zinc.

Telecomunicaciones e Informática

Materia prima para el desarrollo de componentes, piezas y circuitos que forman parte del hardware de los equipos de telecomunicaciones e informática.

Coltán (columbita-tantalita), oro, plata, cuarzo, zinc, sílice, silicio, níquel, estaño, casiterita, ilmenita y cobalto.

Construcción

Materia prima, y agregados para la construcción de infraestructuras y viviendas.

Dolomita, bentonita, magnesita, caliza, sílice, cuarzo, hierro, granito, feldespato, ilmenita, yeso, arcilla roja, mármol y diatomita.

Energético

Materia prima para la producción de energía eléctrica, combustible para transporte y calefacción de hogares y oficinas.

Carbón, lignito, torio, uranio, petróleo y gas natural.

Banca y Finanzas

Contribuye a incrementar las reservas financieras del país.

Oro, diamante, plata y níquel.

Ornamental

Embellecimiento de las infraestructuras residenciales, comerciales y turísticas.

Cromo, granito, mármol, sílice, caliza, tantalio, caliza, níquel, ilmenita, arcillas y arenas.

Fuente: Ministerio del Poder Popular para Desarrollo Minero Ecológico (2018).

 

 

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