Científico Fernando Giuliani: “Frente a la guerra, Venezuela debe crear mecanismos de defensa”

Prensa Minería/Karina Depablos.- En los últimos años, el pueblo venezolano ha sido el blanco de una guerra no convencional que tiene un único y muy claro objetivo político: generar altísimos niveles de incertidumbre, desasosiego y conmoción para derrocar al gobierno de Nicolás Maduro.

Este es el diagnóstico de Fernando Giuliani, psicólogo social y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), sobre la situación de Venezuela. A su juicio, el corazón de esta terrible guerra late solamente para atacar la esperanza y la fe de la población, lo que generaría la ola de violencia requerida por las fuerzas imperiales para intervenir a Venezuela.

“En la guerra no convencional el enemigo no es visible. Se apunta a perturbar la convivencia, y pretende generar la mayor conmoción para crear unas condiciones hostiles, donde sea la misma sociedad la que actúe o avale un posible ataque extranjero. Esta guerra es planificada y sin escrúpulos. Genera desestabilización para hacer un país ingobernable, y hablar de la tesis de un Estado forajido y fallido; un Gobierno que no respeta los derechos humanos que puede ser fácilmente tildado de dictadura, y la solución es intervenirlo”, explicó.

Durante su participación en el programa radiofónico En la bulla, Giuliani indicó que estos constantes ataques y sabotajes a los servicios básicos, el bloqueo financiero y el ataque a la moneda buscan destruir el sueño y la lucha del pueblo chavista por construir una sociedad igualitaria, sin jerarquías, donde se viva en paz y con justicia.

“Esta guerra, para el chavismo, lo que busca es la pérdida de la esperanza, de la alegría; agotar a la gente y hacer su vida insoportable. Pero no se acaba ahí, hay un objetivo claro también para la oposición. Para este sector el mensaje es contundente, de miedo, de rabia: ‘no hay futuro, no hay vida: hay que irse’. ‘Venezuela no funciona, si sigue el chavismo’. Esta estrategia de manipulación, lamentablemente, ha venido minando la mente del pueblo opositor; ha creado una predisposición que provoca la necesidad de atacar o escapar. En unos y en otros, la guerra persigue el mismo fin: todo va hacia la pérdida de la esperanza, que es la vida misma”, expresó.

Para luchar, primero debemos entender

Según el psicólogo social, Fernando Giuliani, los venezolanos y las venezolanas deben esperar más ataques de esta guerra no convencional y prepararse, aún más, porque el enemigo más grande ha sido plenamente identificado y está representado por el Gobierno de los Estados Unidos.

“Nuestro deber es analizar, entender y estudiar lo que está pasando. Esta situación ha recrudecido con la partida de Hugo Chávez. Estos ataques han generado una forma de razón. Es un razonamiento que ha promovido —yo no busco descalificar— que algunos piensen que cualquier cosa en cualquier otro país, es mejor que Venezuela. Se ha generado una rigidez psicológica: ya no se puede razonar ni hablar con nadie que piense distinto; hay una estructura rígida y absoluta que solo puede tratarse con diálogo, reflexión, convivencia, sanación”, manifestó.

Fernando Giuliani, quien tiene más de 30 años de experiencia en investigaciones científicas sobre procesos de construcción de paz y atención psicosocial, reconoció que esta trampa de la guerra psicológica está llevando al país a un punto crítico de irritabilidad en el que todos los sectores, tanto chavismo y oposición, tienen un déficit.

“Hay millones de personas opositoras que no son fanáticas, pero que están en desesperanza profunda. Hay chavistas que también expresan un gran resentimiento. Se ha sembrado mucho odio, y eso es un gran error. Frente a la guerra, debemos crear mecanismos de defensa. Hay que salir del odio y dialogar, debemos restituir una convivencia con debate y confrontación de ideas. No le tengamos miedo a la polarización: ¡esto no es nuevo en el ser humano! La polarización no significa que hay que matarnos u odiarnos. Tenemos que aprender a vivir con todos. La convivencia debe empezar desde la familia, la comunidad y, sobre todo, en los lugares de trabajo, donde se pasa la mayor cantidad de tiempo”, enfatizó.

Para el investigador, se requiere de muchísima paciencia para comenzar el proceso de restitución de la convivencia y el diálogo nacional, pues mejorar la situación política y social de la nación no sucederá de un día para otro; sin embargo, aclaró que el cese de la guerra no puede quedar solo en manos de los actores políticos, sino que debe extenderse a la cotidianidad; es decir: debe llegar al barrio, a la urbanización, a las escuelas… a todas las áreas y sectores de la sociedad.

“Tenemos que escucharnos sin agresión. Hay que hacer un esfuerzo muy grande para escucharnos todos: todos los polos, todos los sectores. Tenemos que entender que necesitamos un diálogo en paz. Debemos convencernos de esta necesidad comunitaria. La situación de la guerra contra Venezuela ha fracturado el tejido familiar y social, y eso hay que recuperarlo. Insisto: debemos caminar hacia la convivencia, con mucha reflexión”, recalcó.

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Venezuela centra su atención en la investigación minera y energética

Prensa Minería/Karina Depablos.- Tras una inversión de 5.8 millardos de bolívares aprobada por el presidente Nicolás Maduro, los ocho laboratorios geológicos y mineros más importantes del continente reanudaron sus operaciones. Desde estos espacios, científicos venezolanos realizarán análisis de agua, petróleo y minerales para cuantificar y certificar las riquezas del país.

Con la reactivación de los laboratorios científicos del Instituto Nacional de Geología y Minería (Ingeomín) en Los Teques, estado Miranda, Venezuela aumentará significativamente el desarrollo de proyectos de investigación mineros y petroleros de alto impacto, con financiamiento público.

Luis Martínez, geólogo egresado de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y líder técnico del Proyecto de Laboratorios de Geología y Minería del país, explicó que el uso de la tecnología para los análisis de muestras proporcionará un gran avance en materia científica.

“Estos laboratorios son únicos, con tecnología de vanguardia para el análisis fisicoquímico y mineralógico, y los tenemos en Venezuela. Van a ser muy útiles para el plan de explotación de minerales estratégicos del país, especialmente en el Arco Minero del Orinoco. Por la voluntad política de nuestro presidente Nicolás Maduro, ahora podemos ampliar nuestras capacidades técnicas y mejorar la formación del personal del Ingeomín, recuperando nuestra soberanía en el campo de las geociencias y la investigación científica”, expresó.

Durante su participación en el programa radiofónico En la bulla, transmitido por RNV Informativa, Martínez comentó que este tipo de tecnología dará un gran aporte a la nación puesto que la certificación efectiva de las reservas minerales y energéticas permite respaldar la moneda nacional, además, facilita el impulso necesario a un nuevo sistema económico.

“El Motor Minero ofrecerá mayores ingresos al Estado con estos análisis fisicoquímicos y mineralógicos, ya que podemos ofrecer este servicio otros países y también estamos ahorrándole divisas a Venezuela porque, durante muchos años, estos estudios especializados se hacían en Canadá y Europa con costos muy elevados”, destacó.

Potencial minero

Luis Martínez, quien también es especialista en Hidrogeología y Geomática, señaló que es necesario hacer un gran trabajo para consolidar a Venezuela como un país minero. Sin embargo, afirmó que el potencial de minerales metálicos y no metálicos es muy grande, por lo que es imprescindible desarrollar una actividad minera nacional controlada y eficiente con nuevas tecnologías que disminuyan el impacto ambiental.

“Tenemos alrededor de 50 profesionales en todo el país para identificar y certificar las reservas de minerales metálicos y no metálicos. Estamos trabajando para articular el trabajo con el pequeño minero y la pequeña minera para analizar cada muestra que nos lleven, porque los laboratorios del Ingeomín son del pueblo, especialmente del pueblo minero. En el eje llanero, tenemos potencial en feldespato, fosfatos, mármol, granito y muchos otros, podemos ampliar la producción y exportar estos minerales sobre todo a las islas del Caribe”, manifestó.

En este sentido, Martínez indicó que, actualmente, el Ingeomín está abocado al desarrollo de los convenios y acuerdos suscritos con las gobernaciones de Cojedes y Carabobo para iniciar nuevos proyectos mineros.

“Con una gran inversión y con un esfuerzo gubernamental, hoy día, contamos con las instalaciones y los suministros para operar. Por eso hago un llamado al sector minero, a todo el país, a sumarse al Ingeomín que por ley es el ente encargado de los estudios geológicos nacionales, necesitamos más profesionales y mayor organización para mejorar todos los procesos y sistemas”, acotó.

Monitoreo ambiental

En cuanto al control y seguimiento del impacto ambiental, el geólogo Luis Martínez aseguró que el Instituto Nacional de Geología y Minería cuenta con las gerencias de Investigación, Proyectos Mineros e Información Geológica para promover y garantizar la defensa del ecosistema y de las comunidades mineras.

“Organizar la minería trae muchos beneficios. Tenemos muchas opciones para evaluar las capacidades y las limitaciones de esta actividad. La organización es la política de este proyecto revolucionario, y hacia allá vamos. Hemos avanzado en el Arco del Orinoco, hoy tenemos un potencial minero real; acompañamos al pueblo minero; hacemos abordajes para compartir con las comunidades con el conocimiento científico, para sustituir el uso de mercurio”, enfatizó.

Fotos: Jonnathan Gudiño

 

 

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Agricultores andinos mejoran sus cultivos con la fosforita producida por CVM Fosfasuroeste

Prensa Minería/Nerliny Carucí.- Los ancianos de mi pueblo dicen: “Cuando te comas la fruta, acuérdate de quien la siembra y cómo fertilizó la tierra”. Este proverbio retrata la conciencia de los productores rurales cuya siembra no solo depende del cielo sino del suelo. Son estos agricultores para quienes es una esperanza el fertilizante natural ‘fosforita’ producido por la empresa minera Fosfasuroeste para bajar la acidez de los suelos con vocación agrícola.

La fosforita, como se llama el fertilizante proveniente de rocas fosfáticas del estado Táchira, es producida por los trabajadores de Fosfatos del Suroeste (Fosfasuroeste), una empresa afiliada a la Corporación Venezolana de Minería (CVM).

“En 2017, Fosfasuroeste distribuyó, durante los últimos 4 meses del año, 202 toneladas de fosforita en los estados Táchira, Mérida y Trujillo, así como en zonas de vocación agraria como Barinas y parte del Sur del Lago en Zulia”, informó Alexander Astudillo, presidente de CVM Fosfasuroeste.

Agricultures andinos

Explicó que la mina de fosfatos andinos aporta nutrientes a la producción de alimentos: “Desde nuestra empresa, que forma parte del Motor Minero, trabajamos engranados con el Motor Agroalimentario, ya que la roca fosfática, al ser procesada, genera un fertilizante natural llamado fosforita que permite darle vida a los suelos para un mejor aprovechamiento agrario”.

CVM Fosfasuroeste —que este miércoles 30 de enero, cumplió 55 años de vida— tiene prevista la explotación de 60 mil toneladas de roca fosfática, en 2018. Esta producción atenderá el 80 % de la demanda nacional de fertilizantes para el agro.

Los fosfatos producidos por Fosfasuroeste, en la mina Monte Fresco, localizada en la parroquia San Pedro del Río, en el estado Táchira, son de “altísima calidad”. Según estudios realizados por científicos de la Universidad Central de Venezuela (UCV), estas rocas de fosfato tienen 27 % de fósforo y varios microelementos, como el calcio y el carbono, los cuales dan un mayor aporte a la nutrición de las plantas y a la recuperación de los suelos, lo que implica una mayor eficiencia agronómica y altas posibilidades de competir ventajosamente con el fertilizante fosforado importado.

Sobre la optimización de los procesos de producción, subrayó: “El primero de ellos consiste en la puesta en marcha de una planta de micronizado, con estándares internacionales y con nueva tecnología, para reducir el impacto ambiental en las zonas de explotación minera. El otro proyecto es el establecimiento de un laboratorio para la certificación de los controles de calidad y manejo de los productos”.

De la mina al campo

Fosforita

El representante de la empresa también indicó que evalúan alianzas estratégicas con unidades de producción del Estado, para la elaboración de abonos orgánicos como los superfosfatos (fertilizantes a base de fósforo y calcio), los NPK (fertilizantes que contienen nitrógeno, fósforo y potasio), así como otros productos orgánicos que tengan como base el fósforo.

Astudillo informó que, en la actualidad, Fosfasuroeste tiene un inventario de mil 992 toneladas de fosforita micronizada, para la venta en los próximos días. En 2018, la meta de producción de la fosforita venezolana es de 60 mil toneladas.

Fotos: Cortesía Pueblo a Pueblo

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