Arco Minero supera las 6.5 toneladas de oro entregadas en 2018

Prensa Minería/Martha Díaz.- “En las bóvedas del Banco Central de Venezuela (BCV) reposan 6500 kilogramos de oro, equivalentes a 340 millones de euros, provenientes del Arco Minero del Orinoco en lo que va del año 2018”, informó, este sábado, el ministro del Poder Popular para Desarrollo Minero Ecológico, Víctor Cano.

Detalló que el séptimo cargamento de oro incorporó al BCV 815,13 kilos de este precioso mineral producido por la pequeña minería organizada al norte del estado Bolívar, a fin de coadyuvar en el apalancamiento económico del país.

El oro patrio que se ha arrimado al BCV en los primeros 90 días de 2018 es casi el 80 % de lo entregado en 2017.

“Hemos avanzado en el despacho de oro al BCV, como uno de los objetivos planteados en el Motor Minero, de cara a fortalecer la inversión social para el bienestar y la felicidad del pueblo de Venezuela”, dijo.

El ministro Cano resaltó que la declaración del Arco Minero del Orinoco como Zona de Desarrollo Estratégico Nacional, hecha por el presidente Nicolás Maduro, no solo ha permitido alcanzar cifras récords de producción en la historia minera del país, sino que también está cambiando el modelo del aprovechamiento de mineral bajo un modelo respetuoso con la Tierra, con la gente y con el país; que incluye la adopción de tecnologías mineras de menor impacto ambiental.

Foto: Christian Márquez

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CVM Minervén incorporó 21 copelas para optimizar producción de oro

Prensa Minería/Pedro Hernández.- La empresa CVM Minervén adquirió 21 mil copelas para extraer el oro en sus laboratorios, como parte del proceso de reforzamiento en la producción aurífera.

El importante lote de copelas llegó hace varios días a las instalaciones de la planta Caratal, en el estado Bolívar, y ya han sido incorporadas al proceso de producción. “Las copelas son fundamentales para el proceso de ensayo al fuego, pues permite determinar y conocer el control de tenores de las distintas muestras provenientes de las plantas operadoras”, explicó el gerente corporativo de Aseguramiento de la Calidad, Álvaro Blanco.

Las copelas adquiridas son de fabricación canadiense y permiten la absorción entre 70 % y 80 % del peso del plomo. Blanco destacó que los insumos estarán destinados a los laboratorios de las plantas Caratal, Revemín y Simón Bolívar de la estatal minera.

El producto permite la eliminación del plomo que se encuentra en el material aurífero y consta de una mezcla de cenizas de hueso y magnesita.

Foto: CVM Minervén

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Arco Minero avanza con “todas” las garantías ambientales

Prensa Minería/Martha Díaz.- “Estamos claros de que la minería no es ecológica, pero el desarrollo de ella debe contemplar la protección del ambiente. Inevitablemente, la minería tiene un impacto en la naturaleza, como cualquier otra actividad humana; pero el compromiso de Venezuela es dejar la menor huella en el ambiente y la mayor huella social”.

Esta declaración fue realizada por el ministro del Poder Popular para Desarrollo Minero Ecológico, Víctor Cano, durante su participación en el programa Análisis situacional, trasmitido por Globovisión el domingo 25 de marzo, en el cual informó sobre los avances en materia tecnológica que se están implementando, desde el Gobierno nacional, para la realización de una minería amigable con el ambiente.

Desestimó la matriz de opinión negativa que se ha creado en torno al Arco Minero del Orinoco (AMO): Contrario a lo que dicen algunos medios, “el Arco Minero busca reorganizar una actividad que tiene más de 200 años”. En este sentido, Cano explicó que esta zona comprende más de 111 mil kilómetros cuadrados, pero solo se hará un aprovechamiento minero directo de apenas 1,5 % del territorio.

Reconoció que, en el pasado, la minería no era tomada en cuenta como una importante fuente de ingresos económicos para el país; las políticas del Estado desfavorecieron el desarrollo integral de las zonas mineras, lo que condujo a una mayor afectación ambiental por el uso indiscriminado del mercurio.

“Nosotros estamos transformando el uso de esa tecnología, que fue una tecnología que se ha usado desde hace 50-60 años. Estamos migrando a una tecnología que es usada en el 90 % de la minería de oro en el mundo: la cianuración. Es un proceso cerrado que no debe salir al ambiente; pero, en caso de que exista algún derrame, el cianuro se destruye con los rayos del sol”, expuso Cano, al hablar sobre las garantías ambientales del Arco Minero.

Certificación de nuestros minerales para el bienestar social

El titular de la cartera de minas detalló que, como medidas para ayudar a la recuperación económica del país, se está trabajando en la certificación de recursos minerales estratégicos, como el oro, el coltán, el carbón, el níquel.

Estos estudios de certificación permitirán conocer, con exactitud, el potencial minero de Venezuela. Recordó que, recientemente, se anunció el estudio económico preliminar que se practicó al yacimiento otorgado a la empresa mixta Siembra Minera, cuyos resultados demostraron que el país cuenta con la cuarta mina de oro más grande del mundo.

“Este bloque cuenta con una reserva de más de 52 millones de onzas troy. Eso es alrededor de 1480 toneladas de oro, con una capacidad de producción de 1.2 millones de onzas troy al año, lo que equivale al aprovechamiento de 37 toneladas de oro al año”, comentó el ministro.

El área asignada, para el aprovechamiento minero de la empresa venezolano-canadiense Siembra Minera, es de aproximadamente un poco más de 18 mil hectáreas, “y es una muestra del potencial minero que posee el país”.

Señaló que gran parte de los recursos económicos obtenidos de las actividades mineras del AMO tendrán un impacto directo en los distintos rubros sociales: “Más del 60 %  de los ingresos del Arco Minero están dirigidos a programas sociales —no solamente para el Arco, sino para todo el territorio nacional—, para respaldar programas de educación, salud, infraestructura. Hoy, la minería está aportando sus recursos para enfrentar esta guerra económica a la que estamos siendo sometidos”.

Motor Minero rompe cerco financiero

La minería, el octavo motor de la Agenda Económica Bolivariana implementada por el presidente Nicolás Maduro, ha demostrado que las sanciones impuestas por Gobiernos imperiales no detienen ni detendrán el desarrollo de la economía nacional: “Una muestra de ello han sido las alianzas estratégicas con inversionistas internacionales que confían en el potencial de nuestro país”.

“El tener unas riquezas tan importantes a nivel mundial, nos pone a la vista de los otros países como un país con un gran potencial productivo. La minería es una de la vías que está planteando el presidente Maduro para enfrentar el cerco financiero”, dijo.

Según la información aportada por el ministro, además del proyecto Siembra Minera, se cuenta con otras firmas importantes, como la de la compañía holandesa Fondel Metals, para la recuperación de 5 mil toneladas de níquel contenidas en la escoria metálica de CVM Loma de Níquel, que se encuentra en el estado Aragua; amén de otras alianzas e inversiones importantes para la explotación de otros minerales no metálicos y metálicos.

Aseguró que existen otras transnacionales interesadas en asociarse con el Estado venezolano: “Hemos participado en encuentros mineros en Australia, donde se reúne la mayor cantidad de empresas mineras en el mundo, y hay mucho interés en participar directamente en la minería o en las actividades conexas. Igualmente, se encuentran en evaluación la participación de empresas chinas, rusas y del Oriente Medio”.

Para el ministro Cano, “la minería se va a convertir en una fuente de divisas importante en el país, quizás más sólida que la petrolera”.

Foto: Jonnathan Gudiño

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Venezuela tiene la cuarta mina de oro más grande del mundo

Prensa Minería- “Tenemos en posesión la cuarta mina de oro más grande del mundo. Es una riqueza para la inversión social, para la prosperidad y para el futuro del pueblo venezolano. No son inferencias, no son ideas, no son propuestas: Gold Reserve acaba de certificarlo”, anunció el ministro para la Comunicación y la Información, Jorge Rodríguez.

El ministro subrayó —durante una conferencia de prensa, en el Palacio de Miraflores, en la que estuvo acompañado del ministro del Poder Popular para Desarrollo Minero Ecológico, Víctor Cano—: “Hoy es un día para la historia, un día de buenas noticias: llegamos a los 2 millones de hogares de la Gran Misión Vivienda Venezuela; y otra gran noticia: Venezuela ha sido certificada con una de las más importantes y productivas minas de oro del planeta”.

En una pequeña área del Arco Minero del Orinoco, de apenas “seis kilómetros por un kilómetro”, se encuentra este yacimiento que ha sido destinado al proyecto Siembra Minera.

Rodríguez informó que, según la Evaluación Económica Preliminar realizada por la empresa canadiense Gold Reserve, la mina de Siembra Minera posee 52 millones de onzas troy de oro, valorados en 54 millardos de euros.

“Los recursos minerales de Siembra Minera ascienden a 1480 toneladas de oro y 2.5 millones de toneladas de cobre”, precisó Rodríguez.

De acuerdo con el reporte de Gold Reserve, la producción anual de oro de esta empresa, entre los 3 y 18 años, es de 1229 millones de onzas de oro al año, lo que convertirá a la empresa en una de las más rentables del mundo, con una vida útil de unos 45 años.

“Para que tengan una idea, Siembra Minera producirá ¡el doble del oro que se produce en toda Venezuela!; se vienen cimentando, de manera sólida, las bases del futuro”, dijo Rodríguez.

Riqueza de la certificación

El informe de certificación publicado por Gold Reserve, este 19 de marzo, señala que las ganancias de la empresa mixta Siembra Minera, creada en 2016, se dividirán 55 % para la República Bolivariana de Venezuela y 45 % para la compañía canadiense.

La certificación de esta mina fue realizada por la Roscoe Postle Associates Inc. (RPA), una de las empresas con mayor reconocimiento y prestigio mundial en exploración y evaluación de recursos mineros.

En el documento, se expresa que el ministro Víctor Cano valora este estudio como la confirmación del “tremendo valor económico del proyecto ecosocialista de la empresa mixta Siembra Minera para nuestra nación y nuestro pueblo”, y espera que se continúe el desarrollo de este proyecto de manera responsable, ambiental y socialmente.

De igual manera, se deja asentado el compromiso de hacer “producción con saneamiento ambiental”, un saneamiento que incluye la recuperación de suelos degradados y cuerpos de agua, afectados tras años de la realización de una minería capitalista e irresponsable en la zona; así como el reciclaje de arenas residuales, conocidas como “colas”, que contienen abundantes concentraciones de oro amalgamado con mercurio.

El texto también recoge la palabra de Doug Belanger, presidente de Gold Reserve, sobre el yacimiento venezolano ubicado en Las Claritas, municipio Sifontes del estado Bolívar: “Este estudio demuestra que Siembra Minera es uno de los depósitos de oro y cobre más grandes del mundo, y con uno de los costos de operación más bajos para un proyecto de tal envergadura”.

Foto cortesía: AVN

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Venezuela podría ser el segundo país con mayores reservas de oro

Prensa Minería/Martha Díaz.- “Hasta el momento, tenemos certificadas 1500 toneladas de oro en el Arco Minero del Orinoco, pero si llegáramos a certificar todas las zonas, tendríamos más de 8900 toneladas de oro; eso nos convertiría en el segundo país con más reservas de oro en el mundo, después de Australia”.

La declaración la hizo el ministro del Poder Popular para Desarrollo Minero Ecológico, Víctor Cano, durante su participación en el programa Encendidos, transmitido por VTV, este lunes 12 de marzo.

Cano habló sobre la políticas implementada por el Gobierno nacional para transformar la manera de hacer minería en el país: delimitación de áreas mineras, acompañamiento a la organización popular, investigación minera y desarrollo de nuevas tecnologías, recuperación de pasivos ambientales, entrega oportuna y controlada de insumos para la explotación minera, compra de minerales a precios justos, lucha contra el contrabando y la violencia, procesos formativos integrales y continuos de la clase trabajadora para adoptar técnicas y tecnologías más eficiente y con menor impacto ambiental.

El titular de la cartera de minas expresó que, en este momento, además de estar trabajando en el proceso de captación de oro, en la firmas de alianzas estratégicas y en el establecimiento de empresas mixtas, también se encuentran en un proceso de certificación de las reservas de oro.

Enfatizó que el Arco Minero del Orinoco (AMO) fue decretado como “una política de organización de la actividad minera”, a fin de dejar la mayor huella en lo social y la menor huella en el ambiente, e indicó que se prevé pasar progresivamente de una minería informal a una actividad productiva formal.

“Hemos firmado 49 alianzas estratégicas con los pequeños mineros en el tema del oro y, recientemente, 34 alianzas más, pero con el tema del diamante; seguimos avanzando con estos trabajadores que antes no eran vistos por el Estado venezolano, y los estamos llamando para que trabajen con nosotros, para que su producción sea vendida al Banco Central de Venezuela (BCV) y que la riqueza transitoria de la mina aporte a la economía de la nación”.

Dijo que, con la quinta entrega de material aurífero, que se realizó la semana pasada, gracias al esfuerzo de la pequeña minería, se ha sumado un aporte de casi 115 millones de euros en lo que va de 2018; estas entregas tempranas indican que se va a superar la meta propuesta por el presidente Nicolás Maduro de 2 mil millones de dólares aportados por el Motor Minero para la economía nacional.

Soberanía sobre nuestros minerales

En referencia al tema del contrabando de los recursos minerales, el representante de minas afirmó: “La lucha contra el contrabando es una línea de acción para el Arco Minero del Orinoco, en la cual trabajamos con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, a través de la REDI Guayana, según los planes establecidos con el Comando Estratégico Operacional; y de acuerdo con las políticas internacionales de compra-venta de minerales”. En ese sentido, detalló que Venezuela ha tomado la ruta del cierre de fronteras con Aruba, Curazao y Bonaire hasta que sus Gobiernos tomen medidas para reducir el tema del tráfico ilegal de minerales estratégicos y otros productos venezolanos.

Explicó que los Gobiernos de estos países irrespetan las normas internacionales. “Curazao, por ejemplo, no tiene ninguna mina. El oro venezolano llega a ese país de manera ilegal, contrabandeado por mafias, y ellos (el Gobierno de Curazao) lo nacionalizan y lo ponen como suyo en sus cifras oficiales. En 2015, ellos reportaron la exportación de más de 18 toneladas de oro; para la misma fecha, en el Banco Central de Venezuela, ingresaron menos de 700 kilos de oro. De ahí, el cierre de la frontera”, dijo.

Destacó que el presidente Maduro ha realizado, acertadamente, estrechas relaciones con países aliados como Turquía, Rusia y China, lo que ha permitido saltar el bloqueo económico impuesto por EE. UU.

Asimismo, sobre el potencial minero de nuestro país, Cano afirmó que “con los 42 minerales explotables certificados en Venezuela, la minería podría aportar más de 11 billones de dólares, lo que representa un gran potencial para la economía nacional”.

Foto: Archivo

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Mujeres mineras conmemoran reivindicación social

Prensa Minería / Martha Díaz.- Con motivo de la celebración del Día Internacional de la Mujer se realizó el conversatorio “Mujer Minera”, en sentido homenaje a las trabajadoras de minas de nuestro país, en la sede del Ministerio del Poder Popular para el Desarrollo Minero Ecológico (Mppdme).

La actividad contó con la presencia de Franklin Ramírez, viceministro de Exploración e Inversión Ecominera, y con la participación de dos trabajadoras del área. Gracias a sus relatos, se pudo conocer la historia de estas venezolanas que luchan incansablemente por la construcción de un país con principios socialistas.
Dia de la mujer 2

La primera intervención fue hecha por Marianela Ojeda, trabajadora del Mppdme adscrita a la Dirección de Atención Ciudadana, que compartió su experiencia, como revolucionaria y rebelde, por la reivindicación de la lucha femenina. “En la Cuarta República éramos dejadas de lado, lo que estamos viviendo hoy en día con la Revolución era lo que nosotras soñamos; tenemos el poder y la participación en todos los ámbitos de la sociedad venezolana”.

La llegada de la Revolución marcó un hito en la historia del desarrollo de las venezolanas, que fue alcanzando logros inimaginables en gobiernos anteriores. “El presidente Chávez fue el hombre más feminista a nivel mundial, él nos dio el verdadero valor que merecemos, entendió el papel fundamental que tenemos nosotras dentro de la sociedad”, expresó Marianela Ojeda.

Por su parte, Skarlyn Dorado, minera del yacimiento Hoja de Lata II del estado Bolívar, demostró a los presentes, con su relato de vida, su llegada a la mina y su lucha constante por la reivindicación de las mineras, hasta llegar a ser uno de los miembros directivos del Consejo Popular Minero.

“La minería era muy mal vista, al decir que una mujer se va a la mina lo primero que viene a la mente es la prostitución, pero la Revolución vino a cambiar esta realidad”, enfatizó la trabajadora. Gracias a las políticas implementadas por el Gobierno nacional, las venezolanas se han empoderado y tomado el control para el crecimiento de la minería formal en el país.

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Dorado expresó su satisfacción por el trabajo que realiza dignamente, y se encuentra orgullosa por ser una minera, que pone su grano de arena para diversificar la economía del país; también habló sobre el estigma que existe sobre las mujeres mineras, afirmando que, en la actualidad, ellas han cambiado su realidad, debido a las luchas que han permitido la dignificación de todas y cada una de las mujeres que llegan a las zonas mineras.

“Nosotras como mineras tenemos un compromiso muy grande con la patria de Bolívar y de Chávez; trabajamos duro por sacar no solo a nuestras familias adelante, sino al país entero. Quiero que sepan que cuentan con nosotras para sacar a nuestra Venezuela a flote”, concluyó.

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Pueblo minero honra la memoria del Comandante Chávez a 5 años de su siembra

Prensa Minería/Michael Gutiérrez.- “Chávez se convirtió en una lluvia que mojó a toda Venezuela, y nos ha permitido entender que la única forma de defender a nuestra patria es luchando por ella”, afirmó el viceministro para Exploración e Inversión Ecominera, Franklin Ramírez.

“Chávez es el significado del pueblo, del hombre de campo, de ciudad, es aquel militar que se presentó con el por ahora y que nos dejó sembrado este legado de seguir construyendo con trabajo, con paz y amor la patria grande que Bolívar soñó. Chávez, para nosotros, es más que una persona: Chávez se convirtió en un pueblo y un pueblo que hoy acompaña su pensamiento”, destacó Ramírez, desde la concentración realizada en Puente Llaguno, en conmemoración del quinto aniversario de la siembra del Comandante Supremo, Hugo Chávez.

Por su parte, Gregorio Marrero, gerente general de Níquel de la Corporación Venezolana de Minería, expresó que el 5 de marzo es un día especial, se conmemora la siembra de un gigante que “nos bautizó en marzo del año 2001 dándole la primera colada a nuestra producción minera; por eso es nuestra misión acompañarlo en este día tan importante para todos los venezolanos”.

Marrero destacó que, desde el Motor Minero, cada trabajador está luchando para reactivar la producción minera, con mucha dignidad y con mucho orgullo, con el deseo inmenso de seguir siendo rebelde para ir en contra de quienes están queriendo soslayar la memoria del Comandante Supremo Hugo Chávez.

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Venezuela promueve la minería como ‘motor de motores’ para estimular economía productiva

Prensa Minería/Martha Díaz.- “En Venezuela, queremos aprovechar las riquezas minerales que existen en el país, pero con un profundo respeto al ambiente y a la gente. No estamos impulsando una actividad minera con una visión extractivista: una de las prioridades de la política del Gobierno revolucionario es proteger las áreas naturales para el goce y disfrute de las generaciones presentes y futuras”.

Esta afirmación la hizo Franklin Ramírez, viceministro para Exploración e Inversión Ecominera, del Ministerio del Poder Popular para Desarrollo Minero Ecológico, durante su participación en el programa radial En la bulla, transmitido este viernes a las 5 p. m. por RNV Informativa.

Ramírez destacó el trabajo que se está promoviendo, desde el Estado, para hacer una nueva minería bajo la premisa del aprovechamiento racional de los minerales desde una visión amigable con el ambiente.

Enfatizó que los lineamientos emanados por el presidente Nicolás Maduro, desde la creación de la Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, se fundamentan en el aprovechamiento de la riqueza transitoria de la minería, como “motor de motores”, para dinamizar la economía del país y transformar la realidad social, ambiental y cultural de Venezuela.

A dos años de su creación, “muchos han querido tergiversar el verdadero sentido de la creación del Arco Minero del Orinoco. Pero, la verdad verdadera es que el Arco Minero es una política pública para establecer orden, planificar la prosperidad nacional, así como para fortalecer la garantía de derechos humanos y ambientales”, expresó Ramírez.

En Venezuela, se están dando los primeros pasos para el desarrollo de una minería bien hecha y responsable; se están investigando nuevas tecnologías para reducir el impacto ambiental de esta actividad productiva.

Del petróleo a la minería

El viceministro Ramírez también hizo referencia a la superación del modelo rentista petrolero con una riqueza pública minera que puede ayudar a potenciar una economía productiva y diversificada.

“Esto tiene que ver con la capacidad creadora que tengamos para también diversificar nuestro pensamiento. Debemos aprender a ver la mina como una nueva oportunidad para el desarrollo de actividades económicas que contribuyan con el sistema productivo nacional”, aseveró.

Destacó que el Gobierno nacional ha realizado grandes esfuerzos para el fortalecimiento económico de la nación, uno de ellos es el Plan de la Patria 2013-2019, escrito de puño y letra del Comandante Chávez, para sentar las bases de un nuevo modelo productivo con el protagonismo del pueblo minero. “Desde el Motor Minero apostamos a la transformación económica de la nación. Los recursos minerales son propiedad del pueblo y, por lo tanto, los beneficios que generamos son para su beneficio”.

Soberanía nacional sobre riqueza minera

Sobre la planificación de la gestión productiva minera en el país, Ramírez resaltó que el nuevo modelo de negocios no se basa en la entrega de concesiones del derecho minero a empresas públicas y privadas, como ocurrió en el pasado puntofijista.

Subrayó que, “en Revolución, el derecho minero lo preserva el Estado venezolano” y que la gestión productiva se hace bajo figura de alianzas las cuales permiten la actividad minera bajo condiciones justas y con la garantía de inversión; pero dejando bien claro que los minerales son propiedad de la República. Con ello, el Estado mantiene la soberanía, el control y la autonomía sobre sus recursos minerales.

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Andrés Antillano: “Arco Minero viene a dar coherencia a una actividad minera que estaba al garete”

Tras varios meses de investigación etnográfica en el Arco del Orinoco, reconocido científico venezolano sostiene que, sobre la actividad minera en la Orinoquia, hay un estigma creado de manera interesada, especialmente, por los grandes capitales. Entre sus conclusiones, dice: “La alianza entre el Estado y la pequeña minería es una forma de conjurar la violencia y garantizar un desarrollo minero ecológicamente amigable”

Prensa Minería/Nerliny Carucí.- “En el pasado, se cometieron errores, porque la política pública era una política de desconocimiento de la actividad minera: de persecución o de no reconocimiento, y eso condujo a situaciones que favorecieron a grupos criminales que terminaron explotando al pueblo minero”. Así dio cuenta el científico Andrés Antillano del contexto en el cual emergió el controvertido Arco Minero del Orinoco, y del significado que esta política tiene en la dignificación del mundo minero.

Andrés Antillano es psicólogo social y profesor de la Universidad Central de Venezuela (UCV), especialista en criminología y activista por los derechos humanos. Este científico ha realizado investigaciones “desde adentro” en las minas del estado Bolívar, para comprender la vida del pueblo minero en su cotidianidad, allende cómo se estructuran las prácticas sociales asociadas a la minería.

“Con el Arco Minero, se puede garantizar un desarrollo responsable de la actividad minera, sobre todo descansando en lo que es la fuerza motora de esta transformación minera: la clase trabajadora minera”, indicó el experto sobre el impacto ambiental y social del Arco de Guayana.

Andrés Antillano- en El Callao - Foto Emilio GuzmánEn su opinión, formada a la luz de dispositivos etnográficos de coproducción de información, el sector minero expresa la identidad de la clase trabajadora venezolana; a pesar del estigma que sobre él propagan, especialmente, “los grandes capitales que han estado detrás de la minería”.

La presión ejercida contra el Arco Minero ha crecido en el tiempo. Basta recordar la campaña de descrédito en la opinión publicada, de los días recientes: “Minería decretada por Maduro causa estragos”; “Arco Minero se come a Venezuela, y nadie dice nada”; “Arco Minero es una amputación del 12 % del territorio nacional”; incluso cuando científicos, pueblo minero, líderes indígenas y Gobierno nacional han demostrado que el Arco Minero de Guayana es una política que ha venido a poner orden en el caos de una actividad minera que, como dijo Antillano, estaba “al garete”. Según este investigador académico, en esta crítica, hay de todo: hay crítica malintencionada, algunas críticas justas y juicios que obedecen a un profundo desconocimiento.

Antillano definió las alianzas entre el Estado y la pequeña minería, en el Arco Minero del Orinoco, como “un camino que puede ser indetenible y puede ser un faro para los mineros, de todo el mundo, que viven en condiciones de explotación, de casi esclavitud, de despojo y saqueos permanentes”.

Esta conversa sobre el Arco Minero la tuvimos en el programa de radio En la bulla, transmitido por RNV Informativa y radio Miraflores, el 17 de noviembre de 2017.

—¿Por qué hacer una investigación científica sobre el tema minero?

—El interés de esta investigación es que sobre los pequeños mineros pesa un estigma, que yo creo ha sido interesado. Es parte, digamos, de esta estrategia de negación de nuestro pueblo, negación de la gente humilde que es quien produce la riqueza: esa que hace al país. Es una estigmatización histórica de los pequeños mineros que intenta señalarlos como grupos delictivos, holgazanes, depredadores del ambiente,cuando más bien son los pequeños mineros —insisto— quienes, como los empobrecidos, como los trabajadores de este país, producen la riqueza.

Entonces, en buena medida, esta investigación buscaba conocer, de cerca, el mundo minero. La etnografía, justamente, es ser parte de lo que se estudia: no ver las cosas a la distancia, sino conocer de cerca la vida, las prácticas sociales, las formas de organización, los problemas de los mineros y, bueno, ¡fue realmente apasionante! Si algún sector —yo llegué a la conclusión, Nerliny, ministro, María— expresa la identidad de la clase trabajadora, en este país, es el minero.

En nuestro imaginario colectivo, hay un poco de esa idea, muy colonial, de El Dorado: que el oro se da, así de fácil, al alcance de la mano.

Arco Minero del Orinoco - Mina El Chivao - Foto Emilio Guzmán—Que brota.

—¡Que brota! Bueno, esta idea de que —quizá, fue verdad en algún momento—, en El Callao, llovía, y salían los cochanitos de oro. ¡No! Realmente, si vale algo el oro, no es por el material, sino por el esfuerzo gigantesco que el minero le pone.

—Andrés, ¿por qué el público tiene una mala imagen del minero? ¿Por qué la mala imagen del minero tiene una gran exposición mediática?

—Dentro de los pequeños mineros hay de todo, pero prevalece la gente buena y trabajadora, gente que intenta ganarse su sustento con su esfuerzo, con un empeño impresionante. Además, el minero vive con una vida muy humilde, muy modesta: tiene el oro para sobrevivir, pero no se trata de fortunas meteóricas. ¡Eso también es un gran mito! Puede haber muchas razones de este estigma, pero pienso que ha sido un estigma creado de manera interesada, especialmente, por los grandes capitales que han estado detrás de la minería. Por ejemplo, se habla de la depredación; yo estuve ahí, y vi zonas de mucha depredación ambiental, pero era por parte de las grandes empresas mineras del pasado, que fueron expulsadas [por el gobierno del presidente Chávez]. ¡Yo estuve ahí: a mí no me echaron el cuento!

El minero, además, tiene un sentido antiimperialista. Esa fue una de las cosas de las cuales me di cuenta, porque su lucha de clases siempre ha sido contra las grandes corporaciones que explotaban al minero; y el minero fue, históricamente, reivindicando la soberanía nacional. Acercarse al mundo minero es acercarse a un mundo culturalmente rico, porque además es un crisol del pueblo venezolano: uno consigue, en las minas, gente de oriente, de occidente; gente de Apure, gente de los Andes; hermanos que vienen de otros países, hermanos colombianos. En fin: el Arco es un crisol de los sectores populares; en ese sentido, es una cultura muy rica.

Además, el minero tiene un poco la idea —¡claro!, insisto que hay de todo un poco: no debemos homogeneizar— del bien común: entender que la naturaleza no puede ser depredada de manera infinita, porque ellos viven de la naturaleza, y deben tener una relación de respeto. Luego, también hay un problema el cual es una responsabilidad del Estado, y entiendo que la política del Ministerio para Desarrollo Minero Ecológico se trata de saldar esa deuda: es la situación de irregularidad de la pequeña minería…

—¿De la informalidad?

—De la informalidad. Las condiciones de informalidad hacen presa fácil al pueblo minero de grupos criminales, lo hacen presa fácil de la extorsión. Yo he visto, con el tema del paludismo, cómo mercenarios de la salud desvían los medicamentos para vendérselos, a precios exorbitantes, a los mineros —¡medicamentos que son gratuitos en Venezuela!.

La informalidad también guarda relación con la situación jurídica, legal; en ese sentido, una política de regularización, de reconocimiento, de presencia del Estado, de alianzas entre el Estado y la pequeña minería no solamente va a mejorar la situación de los mineros, sino que va a garantizar un desarrollo ecológicamente amigable y, además, va a significar una estrategia para saldar la situación de la guerra económica que vive el país.

—En estos días salió publicado en algunos medios de comunicación que, según los resultados de una investigación realizada por usted en el Arco Minero del Orinoco, “hay una relación directa entre el auge de la producción aurífera y la violencia”. ¿Se puede categorizar o entender de esa manera? ¿Esa afirmación le hace justicia a la forma como se estructura el fenómeno de la violencia en el Arco?

—¡Yo no dije eso, exactamente! Hay un tema de la renta. La minería ha estado en el norte del estado Bolívar desde hace casi doscientos años en 1824 fue la primera explotación en el Cuyuní y, sin embargo, la violencia no estaba ahí presente. Los grupos criminales no son pueblo minero; por el contrario: las mafias explotan y abusan al pueblo minero. La violencia en el Arco Minero está condicionada por varios factores; entre ellos creo yo: la débil presencia del Estado. Por eso, hay que fortalecer la presencia del Estado y regularizar la actividad minera. Por ejemplo, una de las cosas planteadas por los mineros es la posibilidad de vender directamente al Estado y, en ese sentido, estos éxitos tempranos de despacho de oro son un camino que avizora una política importante: la posibilidad de vender directamente al Banco Central y a Minervén; así como tener una relación estrecha con el Estado, porque ellos entienden que el Estado venezolano no está para perseguir al pueblo minero, sino para protegerlo y dignificarlo.

Justamente, la débil presencia del Estado favorece la instalación de soberanías criminales. También, está la existencia de una renta muy grande, la cual es muy atractiva para grupos criminales que terminan explotando al pueblo minero. De hecho, el problema central es la extracción desregulada de rentas, sin un papel activo del Estado y de las comunidades.

La violencia está vinculada con la situación de lucha de clases; es decir: ya no es el gran capital de las empresas transnacionales el que explota al pueblo minero, sino grupos criminales. Entonces, la presencia del Estado, la alianza entre el Estado y la pequeña minería es una forma de conjurar la violencia en el Arco Minero del Orinoco.

¡No hay una relación necesaria entre minería y violencia! La violencia responde a la falta de políticas —y yo creo que hay un esfuerzo importante con el Arco Minero del Orinoco— que integren al minero y le garanticen condiciones de vida adecuadas.

—Hay personas que se oponen al Arco Minero, ideado por el Comandante Chávez y que, ahora, se ha cristalizado con el decreto del presidente Nicolás Maduro. A su juicio, ¿cómo impacta socialmente el Arco Minero del Orinoco?

—¡Sí! En las críticas del Arco Minero, hay de todo: hay crítica malintencionada; hay críticas correctas y justas, que puedo yo compartir, inclusive; y críticas que obedecen a la falta de comunicación. Por eso, aprovecho y saludo este esfuerzo comunicacional de En la bulla, cuya producción está haciéndose desde el Ministerio para Desarrollo Minero Ecológico con Radio Nacional de Venezuela. Pero, esencialmente, yo creo que el Arco Minero apunta a reconocer y darle coherencia a una actividad minera que existe desde hace muchísimo tiempo y que, de algún modo, estaba al garete.

En el pasado, se cometieron errores, porque la política pública era una política de desconocimiento de la actividad minera: de persecución o de no reconocimiento, y eso condujo a situaciones que, por ejemplo, favorecieron a grupos criminales que terminaron explotando al minero. Entonces, creo que si el Arco Minero sirve para regularizar la situación de los pequeños mineros; garantizar los derechos humanos de los pequeños mineros; garantizar una presencia activa del Estado, la afirmación de la soberanía y un desarrollo ecológico de la minería —que, de hecho, no es una utopía. Hay experiencias interesantes en zonas mineras de Perú, donde la misma comunidad establece medios de control y de monitoreo ambiental—; esas son cosas que pueden garantizar un desarrollo responsable de la actividad minera, sobre todo, descansando en lo que yo creo que es la fuerza motora de esta transformación minera: los pequeños mineros, la clase trabajadora minera.

—Tú decías, hace unos minutos, que el pueblo minero es un pueblo muy humilde, el cual maneja muchas riquezas. ¿Esa humildad viene dada, a lo mejor, por el desconocimiento del valor de tanta riqueza? ¿O qué opinas tú?

—¡Fíjate! Una de las cosas que, para mí, guarda relación con esos mitos, que comentaba Nerliny, es que el pequeño minero realmente no produce mucho. De hecho, le queda muy poco y lo que gana es una estimación.

—Lo que gana termina pagándolo en vacunas.

—Termina pagándolo en vacunas, o en precios exorbitantes en determinados productos; por ejemplo, en medicinas contra el paludismo, un fármaco gratuito para tratar el paludismo, que se lo venden a precios desmesurados. Entonces, el minero se queda más o menos con un 5 o 10 %. Extrae muy poco —eso depende mucho de la zona, pero extrae muy poco— y se queda con un 10 % de lo que extrae. Todo lo demás, queda por ahí. ¡¿Quién se apropia de esto?! Las mafias, los actores que extorsionan a los mineros. En ese sentido, es clave el desarrollo de las fuerzas productivas mineras, la asistencia técnica a los mineros, la posibilidad de creación de fondos mineros que permitan reinvertir esto.

—Estamos haciendo el Fondo Social Minero.

—Ese tipo de cosas no solamente va a permitir espantar los peligros, que son reales y son peligros de soberanía nacional. Hay países donde las dinámicas de conflicto armado se sustentan mucho en estas prácticas extorsivas de los pequeños mineros. ¡No es el caso de Venezuela, por suerte! Pero es un peligro siempre. Entonces, la posibilidad de reapropiar este excedente, por parte de la clase trabajadora minera y del Estado, para que pueda ir a las arcas del Banco Central, en acuerdos equitativos para los pequeños mineros y para el Estado, no solamente va a espantar este peligro; además permitirá el desarrollo de la actividad minera tradicional, una actividad productiva hecha casi manualmente.

Durante la investigación, yo bajaba a los barrancos —como llaman a los “verticales”—, a 50 metros, a ver cómo sacaban el oro a punta de martillo. Ese es un trabajo muy artesanal, muy precario, muchas veces, a riesgo de la vida de los propios mineros. Entonces, el desarrollo de mejoras tecnológicas, amigables con el ambiente; la protección de la seguridad industrial y la salud de los mineros; va a significar no solamente la dignificación de la vida del minero, sino también una actividad mucho más rentable y mucho más económica, y esto tiene que ver con el estudio, el conocimiento y la asistencia técnica que usted menciona. Es una posibilidad real para desplazar el problema del uso de mercurio que tanto afecta a los propios mineros como al ambiente.

—Tú que has estado con el pueblo minero y has hecho tus investigaciones, ¿ellos están conscientes de la necesidad de la preservación del ambiente y de los ecosistemas donde están trabajando? ¿Cuál ha sido tu impresión con este pueblo?

—Debo señalar que el mundo del pequeño minero es muy heterogéneo. Está el minero tradicional —como el caso de María—: un minero que tiene toda la vida en el ejercicio de esa actividad y ha desarrollado un saber de protección del ambiente; y están los recién llegados quienes tienen actividades muy predatorias: quieren hacerse rápidamente un pequeño capital, muchas veces, en contra de su vida, inclusive. Pero, en general, el impacto predatorio del minero tradicional sobre el ambiente es relativamente reducido. ¡Claro!, como son muchos, quizás, su suma puede ser mayor, pero, sobre todo, es un impacto sobre su propia vida: contaminación mercurial, el tema mismo de paludismo. Pero, reitero, el minero tradicional intuye —porque, finalmente, el minero vive en una relación necesaria con el ambiente— que la preservación de la naturaleza es esencial: el minero tradicional es cuidadoso con el entorno natural.

El minero generacional tiene una cultura minera acentuada que, además, se distingue claramente, porque es el minero que menos accidentes tiene. Tiene una relación más responsable con su actividad, con el ambiente, pues ha nacido y vivido en la mina o ha estado vinculado con la mina. Además, tiene una relación muy interesante. Por ejemplo, en el caso de El Callao, muchas familias tienen la mina en el patio de su casa, y solamente explotan lo necesario.

¡Fíjense, ministro, Nerliny, la diferencia con el gran capital! Esa es la gran diferencia con las grandes industrias mineras que van a agotar, de pronto, el yacimiento, a sacar lo más que puedan; a veces no sacan nada, pero lo que les interesa es el negocio bursátil: estar en la bolsa de valores de Wall Street.

El minero tradicional entiende que su principal forma de vida es esa: solamente se hace del oro que requiere para vivir, y no hay una relación predatoria con la mina ni con el ambiente. No obstante, al mismo tiempo, hay otras formas de relación en el territorio. Por ejemplo, las dragas y balsas —que son una suerte de mediana minería ilegal, que involucra capitales importantes y actúa con impunidad— tienen serios impactos predadores sobre los lechos de los ríos. También están las familias mineras que llegan de las grandes ciudades y del campo, en buena medida, huyendo de situaciones de pobreza provocadas por esta criminal guerra económica contra los sectores populares; por las operaciones especulativas contra el pueblo venezolano. Esas familias llegan, muchas veces, buscando oxígeno, respiro en las minas, algunas creyendo en esta historia de El Dorado: de la fortuna rápida; que insisto: es falsa porque el pequeño minero trabaja con métodos de muy poco desarrollo industrial, incluso artesanal, y nunca logra sino unos pocos puntos, menos de un gramo de oro —como dicen en las minas: menos de una ‘grama’—.

Eso lo vemos en los despachos de oro: el trabajo de 25 mil mineros se reflejó, en la décima segunda entrega de 2017, en un poco más de 700 kilos de material aurífero.

—Usted acaba de tocar un punto importantísimo, que yo no lo terminé de desarrollar: cada minero, cada cuadrilla, cada compañía tiene una actividad cooperativa, esencialmente. La explotación minera produce relativamente poco y tiene muy poca ganancia; pero el conjunto de los mineros puede tener una ganancia extraordinaria. Allí, hay un vacío que los pequeños mineros vienen solventando con el Consejo Popular Minero, con la organización…

—Con las brigadas mineras.

—… con las brigadas mineras. No verse como unidades aisladas, sino verse como movimiento. Porque ese excedente podría convertir al movimiento minero del Arco Minero, quizás, en el movimiento popular más importante del país, no solamente por lo que produce, sino por la cantidad de familias involucradas; es decir: cómo los pequeños mineros organizados, de manera colectiva, se reapropian de sus propios excedentes, con el Estado, incluso, para transferírselo al Estado, al Banco Central, a un precio justo; esto permite la transformación social, tecnológica, educativa.

Un problema muy importante es que, generalmente, las minas están fuera de las áreas más consolidadas; por lo tanto, los niños no tienen acceso a la educación formal. Hemos estado pensando, con el Consejo Popular Minero, en proyectos de educación informal y de salud que permitan que los niños sean atendidos; es decir: cómo esto puede estar en manos de un desarrollo integral local.

—De todo el Arco Minero del Orinoco.

—De todo el Arco Minero, controlado por quienes producen la riqueza. Porque, finalmente, este es el socialismo. El socialismo es que quienes producen la riqueza sean quienes decidan políticamente sobre la riqueza. Allí, la posibilidad de esta alianza entre los pequeños mineros organizados y el Estado, en el Arco Minero del Orinoco, es un camino que puede ser indetenible y puede ser un faro para los mineros, de todo el mundo, que viven en condiciones de explotación, condiciones de casi esclavitud, de despojo y saqueos permanentes, en distintos países de nuestra América y del resto del mundo.

—Una vez más estamos viendo, Nerliny, la necesidad que teníamos de tener el Arco Minero del Orinoco para abordar el tema socioambiental que, como decimos en nuestro lema, es dejar “la menor huella en el ambiente, pero la mayor huella en lo social”; de acompañar la organización de los mineros y las mineras que hacen vida en el Arco.

—¡Y reconocerlos, ministro! Es importante que el Estado reconozca a los pequeños mineros como los productores de la riqueza minera, en el país. Como parte de ese reconocimiento, la comunidad local debe incorporarse en los procesos de toma de decisiones, control y gestión de la política minera. En ese sentido, es responsabilidad del Estado respetar los derechos de los pueblos indígenas sobre sus tierras ancestrales, tal como está consagrado en la Constitución.

Si juntamos los objetivos del Arco Minero, encontramos el de tomar el control soberano de la cadena productiva minera, pero también el de incorporar el control de las actividades conexas a la minería. Usted que tuvo la oportunidad de estar allá con los mineros y las mineras de toda esa zona del norte de Bolívar, ¿qué tantas posibilidades ve para el desarrollo de proyectos agroproductivos, considerando que ellos pagan altas cantidades por la compra de alimentos?

—Así es. El pequeño minero se ha convertido en blanco de un conjunto de actores inescrupulosos. Lamentablemente, a veces, son personas llamadas a proteger a los pequeños mineros, como algunos miembros de los cuerpos de seguridad —¡no todos!, pero algunos ejercen una represión desmedida— y otros actores civiles que, sin ningún escrúpulo, se dedican a saquear, a despojar al pequeño minero, a extorsionarlo; o a estas operaciones especulativas con el alto costo de la vida.

En el Arco Minero, los mineros producen alimentos. En la mayoría de las minas, yo vi plantaciones y cría de animales. ¡Eso hay que potenciarlo!: hay que brindarles asistencia técnica; establecer con ellos alianzas. Además, hay un elemento importante: los mineros son, prácticamente, junto con los pueblos indígenas —muchos indígenas también son mineros: hay muchas minas indígenas—, los únicos que están presentes en territorios particularmente vulnerables, al lado de la frontera con Guyana, ¡nuestra Guyana Esequiba!, y al lado de Brasil.

El pueblo minero es condición de soberanía, de ejercicio de soberanía nacional sobre territorios que el Estado venezolano, históricamente, ha abandonado, y que, como en todos los casos, son los humildes, los trabajadores quienes, con su presencia, afirman soberanía y construyen patria.

Este elemento de soberanía nacional también debe ser incorporado en la política minera y en la política de organización de los pequeños mineros. Yo vi, por ejemplo, la Asociación de Guardianes del Esequibo, cerca de Hoja de Lata. Los mineros se plantean seriamente un desarrollo productivo responsable en una frontera que es, particularmente, sensible por el despojo histórico del imperio británico de nuestro Esequibo. La presencia del Estado venezolano, aún hoy, es muy precaria, muy débil en esas áreas. Ese es un tema que no está, para nada, resuelto. Es muy lamentable, por ejemplo, ver cómo pasan gandolas de gasolina venezolana, que no les permiten tener a los mineros, pero pasan a la Guyana a financiar la usurpación del territorio Esequibo. Por eso digo: son los mineros una condición de soberanía para la protección y defensa de territorio nacional.

—Después de vivir esa experiencia de investigación en los territorios de la Orinoquia, ¿qué significado toma para el científico Andrés Antillano el Arco Minero del Orinoco?

—Yo creo que el Arco Minero debe descansar en el reconocimiento de la clase trabajadora minera, en la incorporación y la dignificación de la clase trabajadora minera que son esas decenas de miles, esos cientos de miles de pequeños mineros quienes, todos los días, no solamente producen oro, producen diamantes, sino que hacen patria sobre estos territorios. El Arco Minero debe pensar un desarrollo con enfoque ecológico basado en relaciones comunitarias, y fortalecer una presencia activa del Estado que proteja y potencie las capacidades creadoras de nuestro pueblo.

Fotos: Emilio Guzmán

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El petro impulsará a Venezuela gracias al respaldo de petróleo y minerales nacionales

Al ser respaldado por la riqueza petrolera de Venezuela y ser el primer criptoactivo soberano de un Estado, el petro impulsará a Venezuela como potencia económica para construir el futuro y romper con el tutelaje colonial del dólar, explican expertos en criptomonedas del país y el mundo.

Para el economista estadounidense Max Keiser, el petro, que inició ganando 4777 millones de yuanes —equivalentes a 735 millones de dólares— en intención de compra, es una buena forma de luchar contra el imperialismo estadounidense.

“Los problemas de Venezuela son causados principalmente por el imperialismo estadounidense. La idea de la criptomoneda ‘petro’ es una excelente manera de iniciar el quiebre de esa cadena colonial. Evadir sanciones es simple. Crear la primera moneda soberana también es simple. Venezuela se puede unir a la lucha para destronar al dólar”, manifestó en diciembre del año pasado.

Por su parte, Andrés Giussepe, coordinador nacional de las Fuerzas de Profesionales y Técnicos del Congreso de la Patria, manifestó estar seguro que “todo el mundo invertirá en el petro. Los inversionistas extranjeros esperan que inicie la venta de la criptomoneda venezolana para comprarla”.

Para este economista, el petro “surge como una revolución dentro de las criptomonedas porque va a estar respaldada” por reservas naturales estratégicas, como el petróleo y el oro.

De acuerdo con el ingeniero en ciencias de la computación y emprendedor Blockchain, David Jaramillo, el Gobierno venezolano comprendió una de las principales necesidades en el mundo de los activos digitales: ofrecer una garantía en recursos naturales, debido a que el precio del petro no estará vinculado a la especulación del mercado y de agencias calificadoras de riesgo, sino que “estará relacionado con el precio internacional del oro, gas, petróleo y diamantes. Es lo que hace mucho tiempo se viene pidiendo en la comunidad de inversores de monedas digitales”.

Agregó que “se trata de la primera vez que un país decide emitir un activo digital respaldado con recursos del mundo real. La expectativa es muy alta porque, al tener un Estado detrás, habrá grandes cantidades de materias primas garantizando la emisión de la moneda, lo cual implica que la escala y el volumen de las transacciones que puede tomar el mercado es ilimitado”.

En entrevista que ofreció a Telesur, Jaramillo manifestó que “los inversores del universo de las criptomonedas hace tiempo vienen pidiendo tener la posibilidad de comprar con una parte de sus activos algo atado al mundo real, es decir, al precio de las materias primas, y poder diversificar parte de su riesgo. El petro responde a la perfección a esa consigna, porque le permite a esta comunidad —cada vez más grande—de las criptomonedas adquirir materias primas (activos reales) sin salirse del mundo digital”.

Mejorará la economía

Con el petro la economía venezolana mejorará, así lo manifestó el economista Leonardo Galindo, quien explicó el pasado 9 de febrero, que esta criptomoneda es fuente de financiamiento.

“La economía se va a mejorar porque vamos a recibir dinero para capitalizar una moneda nueva”, manifestó durante el foro “El petro: la nueva era financiera”, realizado en la sede del Ministerio de Economía y Finanzas.

Agregó que cuando una persona tiene la capacidad de minar una moneda se convierte en accionista y contribuye a proveer de liquidez al sistema de criptoactivos.

Para el consultor Milton Chávez, el petro es considerado como una inversión extremadamente buena.

“Las personas con las que he hablado lo consideran una inversión extremadamente buena por la adecuación tecnológica y el respaldo que tiene (petróleo)”, sostuvo durante su participación en el citado foro.

Independencia del sistema financiero

El director de la Cámara Bolivariana de Industria y Comercio, Ricardo Baptista, destacó en entrevista con VTV que esta moneda digital incentivará el intercambio comercial a escala internacional sin depender del sistema financiero tradicional.

Para el economista Luis Enrique Gavazut, “el Petro es muy interesante porque cualquier persona, independientemente de donde se encuentre ubicado en el planeta, puede comprarlo en divisa libremente convertible, de manera de saltarse las sanciones financieras y el bloqueo financiero contra Venezuela. Podría a llegar a levantarse muchísimo capital”, destacó durante una entrevista concedida a la emisora Unión Radio.

Por su parte, el experto en comercio exterior y tecnológica de criptodivisas, Dario Dommar, exaltó que lo novedoso de esta herramienta financiera es que permite un bajo costo de servicios ya que no participan entes bancarios.

“Los bancos tradicionales cobran hasta un 8 % por los servicios, aquí con esta herramienta financiera encontramos un 0,2 %, por eso más compañías se van sumando a pagar a través de esta herramienta financiera”, subrayó.

Seguridad y transparencia

Si algo caracteriza al petro, es su seguridad y transparencia, así lo manifestó en entrevista con VTV el especialista en Blockchain, Fritz Wagner.

“Estamos hablando de una moneda que está en servidores distribuidos en el mundo y nadie puede detener que las transfieras. La moneda es tuya y la puedes transferir. El Blockchain, es decir, el registro público y contable en todo el planeta que esté conectado con esta tecnología validará que esa transferencia sea real. No puede venir un banco y bloquearlo u ocultar la información”, explicó.

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