Prensa Minería.- Tras los violentos hechos acaecidos el 11 de abril de 2002, en donde se puede contabilizar el fallecimiento de más de 10 personas, desde horas tempranas del día 12, continúa la derecha venezolana, conspirando en contra del presidente, quien estuvo desaparecido por varios horas, lo que preocupó a la población venezolana.

Los medios de comunicación privado, se hicieron partícipe de las acciones golpistas, apegándose a un silencio mediáticos, callando todo lo que sucedía en las calles de Caracas,  además de festejar la caída del Gobierno democrático.

En este día, se efectuaron violentos allanamientos y agresiones a funcionarios del Gobierno, como al diputado Tarek William Saab y al ministro de Interior y Justicia, Ramón Rodríguez Chacín, entre otros.

Otro hecho impulsivo, fue el realizado por el entonces alcalde de Baruta, Henrique Capriles, cuando violentamente entra a la Embajada de Cuba, secuestrando a las personas que se encontraban en el lugar, cortándole los servicios básicos del lugar.

En horas de la tarde, en cadena nacional,  Pedro Carmona Estanga, acompañado de políticos de la ultraderecha venezolana y representantes de la Iglesia Católica, se autoproclama como presidente de Venezuela. 

“Yo, Pedro Carmona Estanga, en mi condición de presidente de la República de Venezuela, juro ante Dios Topoderoso, ante la patria y ante todos los venezolanos reestablecer la efectiva vigencia de la Constitución de la República de Venezuela de 1999 como norma fundamental de nuestro ordenamiento jurídico y restituir el Estado de Derecho, la gobernabilidad y la garantía del ejercicio de las libertades ciudadanas, así como al respecto a la vida, la justicia, la igualdad, la solidaridad y la responsabilidad social”.

Esta acción hizo que el pueblo bravío, revolucionario, se organizara y saliera a las calles, apostándose en las afueras de Miraflores, para rescatar al comandante Chávez y el hilo constritucional-democrático de la nación.

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