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Autor: dme
Venezuela y Suráfrica aspiran crear empresa mixta diamantífera en los próximos días
Una gran empresa mixta diamantífera, con mayoría accionaria del Estado venezolano, aspiran a crear Venezuela y Suráfrica en los próximos días, como parte del desarrollo del Motor Minería contemplado en la Agenda Económica Bolivariana. Así se comprometieron las delegaciones de los dos países que participaron en un encuentro que se llevó a cabo en la sede del Banco Central de Venezuela (BCV), en Caracas, actividad que contó con la participación del ministro del Poder Popular de Desarrollo Minero Ecológico, Jorge Arreaza; el viceministro de Recursos Minerales de la nación surafricana, Godfrey Oliphant; el presidente del ente emisor, Ricardo Sanguino, entre otros.
“Nosotros aspiramos con esta visita de la delegación de Suráfrica y con las empresas sudafricanas que están aquí, poder firmar lo antes posible, la creación de una empresa mixta en los términos que establece la ley venezolana”, dijo Arreaza, al tiempo que agregó que incluso se pudieran tener inversiones conjuntas definidas “a lo largo de esta semana”.
Expresó el alto funcionario que el acercamiento con Suráfrica forma parte de las políticas de integración diplomáticas promovidas por el presidente Hugo Chávez, de quien indicó “aproximó y unió a Venezuela con el sur del mundo”.
“Los representantes de Suráfrica han hecho varios viajes a Venezuela, conocen, por ejemplo, la zona donde queremos desarrollar la explotación del diamante, la zona de Guaniamo, en el Arco Minero del Orinoco y tienen la mejor tecnología, la mejor experiencia, los mejores procesos de cuidado ambiental que son los criterios que el presidente Nicolás Maduro nos ha dado para invertir en el Arco Minero del Orinoco”, sostuvo Arreaza.
Por su parte, el viceministro africano Godfrey Oliphant subrayó que Suráfrica ha estado trabajando en la minería de diamantes durante muchos años y por lo tanto es un país que posee bastante experiencia.
“En nuestra delegación hemos traído a un experto en esta área. De manera que tenemos que fortalecer nuestra relación estratégica para que podamos beneficiarnos mutuamente en esta actividad, pero especialmente para que sea el pueblo de Venezuela que se beneficie de ella, para que pueda tener un mejor nivel de vida gracias a las actividades mineras que hemos venido a hacer acá en conjunto”, manifestó Oliphant.
Acotó que su país quiere compartir con Venezuela su experiencia en los procesos de explotación, corte y pulido de diamantes. “Esperamos alcanzar un acuerdo esta semana y deberíamos iniciar el proceso de inversión y movilizar nuestra experticia para comenzar el proceso de explotación y producción. Estamos más que listos en Suráfica”, afirmó.
Venezuela cuenta con un alto potencial de oro, hierro, coltán, bauxita, diamante y otros minerales estratégicos en la Zona Estratégica Arco Minero del Orinoco, un área ubicada en el sur del país. Ambas delegaciones sostendrán diversas reuniones durante esta semana y realizarán visitas a la zona.
Proceso Kimberley
Durante este encuentro, el segundo vicepresidente del BCV, José Khan, informó que el Banco Central de Venezuela (BCV) ya cuenta con la Oficina del Proceso Kimberley, lo que permite a la Nación llevar a cabo la certificación legal de los diamantes que se producen en el país.
Como se recordará, el BCV creó la Oficina del Proceso Kimberley de Venezuela para trabajar conjuntamente con el Ministerio del Poder Popular de Desarrollo Minero Ecológico, el Ministerio del Poder Popular para Ecosocialismo y Aguas, la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), así como el Servicio Nacional de Administración Aduanera y Tributaria (Seniat).
A inicios de este mes, Venezuela fue admitida como miembro del Grupo de Trabajo de Minería Artesanal y Aluvional del Proceso Kimberly durante una reunión, celebrada en Perth, Australia. Ya el pasado año, las naciones del Sistema de Certificación del Proceso Kimberley habían aprobado la reincorporación de país como país productor de diamantes, lo que significa que se contará con la certificación H1 Production, la cual acredita a los diamantes que serán extraídos del Arco Minero, como poseedores de elevados parámetros de calidad, solvencia y seguridad.
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Nicolás Maduro y la voluntad de diálogo
Quienes digan que Nicolás Maduro no ha hecho esfuerzos por promover el diálogo, no conocen la historia, o la desconocen intencionalmente en su empeño por imponer la post verdad.
En nuestra anterior entrega, reflexionamos sobre la necesidad inexorable de mantener claridad meridiana sobre la condición y la conciencia de clase de los trabajadores y trabajadoras, en estos momentos en los que arrecian operaciones psicológicas – mediáticas y acciones de violencia política, en un intento arriesgado de la burguesía nacional para restaurarse en el poder (Ver: Hoy más que nunca: Conciencia de Clase). No ha sido posible que la clase económico – política que detentó el poder en Venezuela hasta 1999, acepte que el Pueblo se hizo gobierno. Una burguesía que en su arrogancia no reconoce la existencia de un gran movimiento popular nacional, que ha decidido usar el poder político para cambiar la historia y a sus protagonistas.
En toda circunstancia, el Presidente Nicolás Maduro ha mantenido hasta la saciedad sus llamados al diálogo. Ya en 2013, inmediatamente después de las elecciones municipales, convocó al Palacio de Gobierno a todos los alcaldes y alcaldesas de la oposición. Recordamos allí una intervención de Gerardo Blyde, en la que confesaba que ellos, efectivamente, desconocieron la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela entre 2000 y 2007. Es decir, ejercieron política libremente, al margen y en contra de la Ley Fundamental de la Nación, sin consecuencias legales de ningún tipo, por más de 7 años. Cosas que sólo pueden ocurrir en la Democracia Bolivariana.
En 2014, ante el plan insurreccional de la derecha, “La Salida”, el Presidente convocó de inmediato la Conferencia de Paz, con sus capítulos especiales y regionales. A aquella reunión en Miraflores, el 26 de febrero de 2014, asistieron, para sorpresa de todos, las iglesias, incluyendo el Nuncio Apostólico, y los sectores empresariales más reaccionarios. No asistieron los dirigentes de los partidos de oposición, salvo contadas excepciones como Henri Falcón. Comenzaban a desarrollar la anti política. El Gobernador de Lara, el periodista Vladimir Villegas y el entonces Diputado Hiram Gaviria, los tres opositores, fueron incluidos en el equipo central de la Conferencia de Paz Política, mientras que la Conferencia de Paz Económica se desarrollaba con centenares de encuentros y acuerdos entre los sectores productivos y las instituciones públicas. Por sugerencia de los Cancilleres de UNASUR que apoyaron el diálogo, el Presidente creó el Consejo Nacional de Derechos Humanos para tratar las denuncias directamente por el Ejecutivo Nacional y diseñar un Plan Nacional de DDHH. El Consejo lo conforman los poderes públicos y organizaciones de Derechos Humanos. Aunque la oposición no dirigía poder público alguno, Nicolás Maduro los invitó a integrar el Consejo de DDHH, otorgándoles 2 de los 3 diputados de la Asamblea Nacional que formarían parte de este cuerpo. Sus sillas, aún están vacías.
Desde el equipo central de la Conferencia de Paz, nos empeñamos, por directriz y voluntad expresa del Presidente Maduro, en concretar un encuentro entre el liderazgo de la Revolución Bolivariana y los dirigentes de la Mesa de la Unidad Democrática. Fueron decenas de reuniones previas, a pesar de que esa conducción opositora no se decidía a condenar la violencia política de calle, sus “Guarimbas”. Jugaban en las dos canchas: la de legalidad y la de la violencia terrorista. Algunas de esas reuniones se efectuaron con la presencia del Presidente. En otras, desestimando los más elementales principios de seguridad, varios de nosotros nos reunimos en distintos espacios, incluyendo casas y apartamentos de algunos opositores, o de terceros facilitadores, en zonas de clase media y clase media alta de Caracas y Miranda. El Presidente seguía personalmente cada paso y conversación entre las partes. Al surgir diferencias que amenazaran el diálogo, el propio Maduro nos instruía y animaba a continuar.
Y así llegamos a la reunión del 10 de abril de 2014. El Presidente sugirió un método para el encuentro y la selección vocerías. Los partidos de la derecha rechazaron la propuesta. La de ellos era: en Miraflores, en cadena nacional, con presencia hasta de partidos diminutos y todos con derecho a participar, presencia de UNASUR, el Nuncio etc…etc…etc… Finalmente, el Presidente acepta: “todo sea por la Paz y el Diálogo”, nos dice. Y así, paradójicamente, la derecha Venezolana, 12 años después de haber protagonizado el Golpe de Estado contra el Comandante Chávez, se encontraba un 11 de abril en la madrugada en el Salón Ayacucho del Palacio de Gobierno. Esta vez, eso si, invitados por el Presidente del Diálogo y con el retrato del Libertador en su sagrado sitial. De esa extensa y apasionante reunión, surgieron acuerdos. A las pocas horas, el mismo 11, en el Círculo Militar, ministerios e instituciones del Gobierno central, recibían la visita masiva de alcaldes, alcaldesas y gobernadores de oposición con sus equipos de trabajo. Se instalaba también una mesa de diálogo político, que nos correspondió encabezar, teniendo como contraparte al señor Ramón Guillermo Aveledo.
Varias fueron las reuniones en la Vicepresidencia Ejecutiva. Nicolás Maduro nos pedía siempre paciencia estratégica. Así las cosas, logramos que después de 3 meses y 43 fallecidos, la dirigencia opositora condenara las famosas “Guarimbas” en público. La comisión de diálogo también escuchó el dolor y el reclamo justo de las víctimas del Golpe de Estado de 2002. El Profesor Edgar Márquez y Yesenia Fuentes, entre otros compatriotas, tuvieron la oportunidad de inundar de verdades y lágrimas la sala de reuniones de Carmelitas. Y así fuimos avanzando. No era sencillo. Muchas de las peticiones de la MUD eran insólitamente inconstitucionales.
Hubo un día, un buen día pensábamos, en el que tuvimos avances concretos en una reunión realizada en la Quinta Anauco entre algunos voceros de parte y parte. Y ese mismo día, en horas de la noche, recibimos la inesperada llamada del Doctor Aveledo, en la cual nos comunicaba que se retiraban de la Mesa de Diálogo por la falta de avances. “Doctor, ¿pero a usted le informaron sobre la reunión de hoy? Si …Arreaza, (silencio)… nos retiramos del diálogo”. Le devolvimos la llamada, pero ya era una posición tomada (¿por la Embajada, tal vez?). A pesar de ello, el Presidente cumplió con los acuerdos que habíamos alcanzado y volvió a llamar al diálogo. La respuesta de la MUD, no sólo fue negativa, sino que despacharon a un hombre decente como Aveledo y lo sustituyeron por otro, pésimo amigo del diálogo.
Así llegamos a 2015. Ya desde enero la emboscada económica. Las colas, el intento de alebrestar al pueblo a partir de las necesidades materiales y ponerlo en contra de su gobierno. El Presidente por su parte, invitó a la oposición a integrar la Comisión para la Defensa de nuestra Guayana Esequiba. El diputado designado por ellos, Williams Dávila, después de un par de reuniones, violando los acuerdos de confidencialidad, comenzó a ofrecer declaraciones a la opinión pública, para afectar el buen funcionamiento de esta sagrada Comisión de Estado. Luego arrancó la campaña electoral para la Asamblea Nacional. Mientras la Revolución se dedicó a ratificar el rumbo del chavismo, a hacer una campaña de propuestas, alegría, a dar a conocer sus candidatos y candidatas, para sumar votos y voluntades, la campaña de la oposición se circunscribió a las colas, la escasez, apelaron al voto castigo, a la abstención del chavismo, profundizando la Guerra Económica de manera inclemente. Sin saber por quiénes votaban, muchos venezolanos lo hicieron para ponerle fin a las colas, bajo falsas promesas de candidatos anónimos. Sin embargo, apenas el CNE dio los resultados, el Presidente Maduro reconoció la victoria circunstancial de la derecha y llamó al trabajo en conjunto.
El 15 de enero de 2016, Maduro estaba allí en el hemiciclo del Palacio Federal Legislativo, dirigiéndose a Henry Ramos Allup como Presidente de la Asamblea Nacional, tratando con respeto a ese oscuro personaje, de esa especie jurásica aún en extinción, sobreviviente originario de la IV República, que había jurado ante el país 15 días antes, dedicar todos los esfuerzos de la institución legislativa a generar la salida del Presidente de la República en un lapso de 6 meses. Cuatro días después, el 19 de enero fueron convocados una vez más por Maduro; en esta oportunidad para que voceros de sus gobernadores y diputados integraran el Consejo Nacional de Economía Productiva y participaran en el diseño y ejecución de la Agenda Económica Bolivariana. De nuevo, huyeron del diálogo económico. Sin embargo, el Consejo de Economía se convirtió en un extraordinario foro de debate y construcción de políticas para la producción, de inmensa utilidad para el país en el año más difícil de la Guerra Económica y la disminución del ingreso nacional.
La respuesta de la Asamblea Nacional, controlada por la oposición, fue entrar conflicto con el resto de los poderes del Estado, procurando derrocar al Presidente y emitir leyes inconstitucionales para arrebatarle al pueblo sus derechos sociales, sus Misiones y Grandes Misiones. Y aún así, el Presidente Maduro insistió en el diálogo. Tanto así que hasta con el Secretario de Estado de Estados Unidos conversó. Kerry se convirtió en vocero de la oposición. Le informó al Presidente que la oposición exigía la presencia a los ex presidentes Zapatero, Torrijos, Lionel Fernández, del Secretario de la UNASUR y hasta del Papa. Y todos fueron convocados. Nicolás Maduro invitó al Papa Francisco personalmente y un enviado del Vaticano se incorporó a la facilitación. Se desarrollaron diversas reuniones preparatorias, en el país y en el Caribe. El presidente Maduro no dejó ni un detalle por fuera, para que no hubiese excusas o pretextos.
A regañadientes, sin convicción real y ante la presión internacional, la MUD se sentó con el Gobierno el 30 de octubre de 2016. Por supuesto, no hubo avances. Para dialogar hay que creer en el diálogo. La derecha volvió a levantarse de la mesa, sin cumplir los más elementales acuerdos para la convivencia. Desde la Asamblea Nacional se propusieron destituir al Presidente, sin tener facultad para ello. El Poder Legislativo, desafiando la Constitución y al resto de los poderes, quedó auto anulado por desacato a las sentencias del Tribunal Supremo de Justicia, y en 2017, desde su ilegalidad manifiesta, emprendieron otra fase del Golpe de Estado continuado. Comienzan así las acciones de violencia terrorista de calle, procurando un enfrentamiento de pueblo contra pueblo. La Necro-oposición se dispuso a generar focos violentos, enfrentar a nuestra Fuerza Armada y Policía Nacional para, entre el caos y los enfrentamientos, propiciar muertes de compatriotas que ellos puedan capitalizar políticamente (¡que triste!). Han hecho incluso pactos y acuerdos financieros con bandas armadas de la delincuencia y los paramilitares, para tratar de generar una situación grave de desestabilización, que amerite una intervención internacional. Todo esto acompañado de una costosísima fase, nacional e internacional, de operaciones psicológicas a través de medios y redes, para tratar de acorralar a la Revolución y de generar el caos social. Las Campañas de terrorismo generadas por la derecha golpista han sido financiadas, entre otras fuentes, gracias a las ganancias que les genera su famoso Dolar Today. A través de un mecanismo de aumento de tasa de cambio ficticia, obtienen más Bolívares con menos Dólares para pagar sus fechorías con facilidad, a costa de la especulación y la inflación que golpea a todo el pueblo venezolano, con la que juegan cuando le quedan pocos recursos. Al respecto sugiero la lectura de un relato ilustrativo: Las dos Venezuelas (http://www.laiguana.tv/articulos/58061-las-dos-venezuelas-articulo).
Y ante semejante arremetida golpista el Presidente Maduro INSISTE en la convocatoria al diálogo nacional. La derecha se niega. Ni con mediación internacional, ni con mensajes del Papa, ni siquiera con la sangre de decenas de compatriotas. Se entramparon en su propia espiral de violencia. Están secuestrados por los grupos radicales y por órdenes imperiales. El 1ro de Mayo el Presidente hace uso de las facultades que claramente le otorga la Constitución y, buscando una salida política, democrática, civilizada y ciudadana, convoca la Asamblea Nacional Constituyente, como la más grande instancia de diálogo político, social, cultural y económico que pueda concretarse. Una Constituyente en la que el 67% de los cargos serán elegidos por la vía territorial tradicional en los municipios y e 33% a partir de sectores sociales, en los cuales la derecha también tiene fortalezas.
Por instrucciones directas y públicas del Presidente Maduro, la Comisión Presidencial para la Constituyente invitó a la MUD varias veces a discutir y debatir la propuesta, pero sus dirigentes y sus apéndices de Fedecamaras, se negaron reiteradamente. De hecho, fueron los dos únicos sectores convocados, que se negaron a recibir a la Comisión. Manifestaron su rechazo visceral a la Constituyente a través de los medios y de la violencia de calle, pero no se sentaron, ni ofrecieron contra-propuestas para generar caminos hacia la Paz. En su insólita tozudez, continúan en acciones terroristas, menosprecian el diálogo, han llevado a sus seguidores a una fase de rancio fascismo en la que son capaces de quemar vivo o linchar a un compatriota, tan sólo por sospechar que no comparte sus ideas. El Ku Klux Klan reeditado en la burguesía nacional.
Los Revolucionarios y Revolucionarias creemos en el entendimiento a partir del debate y la confrontación de ideas, no a partir de la confrontación de pueblo contra pueblo. Así nos forjó el Comandante Chávez, y ese espíritu es el que ha demostrado incansablemente Nicolás Maduro. La paz sólo puede ser producto del encuentro entre los diferentes. La Asamblea Nacional Constituyente abre caminos para ese encuentro, abre espacios para debatir los modelos de país y alcanzar los consensos necesarios. Es más, el Presidente no sólo insiste en que todos y todas se incorporen y participen en la Constituyente, sino que sigue manteniendo la propuesta del diálogo con la oposición venezolana en cualquier momento y escenario. Nadie puede dudar del compromiso de Maduro con la Paz.
Le corresponde ahora a la oposición rescatarse de su propio secuestro, pensar en el País, hacer Política con P mayúscula, dar pasos al frente sin temor a perder su famoso “capital político”. Si la dirigencia de la MUD no reacciona, que reaccionen sus bases, que los presionen y los obliguen a hacer algo tan sublime, elevado y necesario en este momento: DIALOGAR. Si aún así no hay repuesta, tendrán que desplazarlos. Que surja entonces un nuevo liderazgo de oposición, nacionalista, que crea en la política, en el bien común, en la independencia, en el entendimiento, en la PAZ. Que podamos disentir, pero que defendamos la Patria juntos. Tal vez sea la Constituyente el mejor espacio para que vaya tomando forma una nueva oposición democrática y nacionalista.
Quienes digan que Nicolás Maduro no ha hecho esfuerzos por promover el diálogo, no conocen la historia, o la desconocen intencionalmente en su empeño por imponer la post verdad. Perdimos la cuenta, hace meses, de la cantidad de veces que el Presidente ha hecho llamados a la oposición para dialogar. La Revolución Bolivariana reposa fundamentalmente en el gran diálogo social. Así ha sido desde el 2 de febrero de 1999 y así será para siempre.
JORGE ARREAZA MONTSERRAT
29 de mayo de 2017
Ver la publicación original en: http://blog.jaarreaza.org.ve/
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