Delegación venezolana realiza intercambio de experiencias mineras en Chile

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Venezuela y Chile profundizan intercambio para consolidación de la industria minera

El Viceministro de Exploración e Inversión Ecominera, Víctor Cano, encabezó la visita de trabajo a Chile que realiza el Ministerio del Poder Popular de Desarrollo Minero Ecológico para intercambiar experiencias y fortalecer la industria minera de Venezuela.

La ministra de Minería de Chile, Aurora Williams Baussa, recibió a la delegación venezolana en su despacho, reafirmando los estrechos lazos de hermandad que unen a Venezuela y Chile, que ahora se profundizan con la incorporación de Venezuela en la gran industria minera del continente.

Desde el despacho minero se abrieron las puertas para un amplio intercambio en el sector institucional y empresarial de Chile, tanto público como privado. La ministra explicó las líneas de trabajo para el desarrollo de políticas y acciones que reconocen e impactan diferenciadamente a los sujetos activos de la minería en Chile: Gran Minería Pública, Gran Minería Privada y la Pequeña y Mediana Minería.

Una de las empresas del Estado que se reunió con la delegación venezolana, fue la Corporación del Cobre de Chile (Codelco), con la participación de su presidente Ejecutivo, Nelson Pizarro, y Patricio Chávez, vicepresidente de Asuntos Corporativos y Sustentabilidad. Ambas delegaciones intercambiaron la experiencia sobre los métodos para la certificación de recursos y reservas mineras por parte de Codelco, como referente de la Gran Minería Pública a escala global. De igual forma, parte de las conversaciones bilaterales se centraron en la experiencia de esta empresa para la construcción del Plan Maestro de Sustentabilidad, el cual entregaron a la delegación venezolana con el propósito de compartir las metodologías de consultas realizadas para el desarrollo de sus proyectos de aprovechamiento minero, y cómo se traducen los acuerdos en compromisos para garantizar el respeto de las condiciones sociales y ecológicas.

Codelco tiene cerca de 26 mil compromisos con las comunidades relacionadas a los proyectos de explotación del cobre, así como con los territorios impactados con este aprovechamiento, los cuales son de obligatorio cumplimiento para la corporación. La Corporación del Cobre de Chile es la principal empresa minera del cobre de esa Nación y el mundo, con una producción cercana a las dos millones de toneladas anuales, y que concentra el 7% de las reservas mundiales del mineral. Es una empresa del Estado chileno, creada en 1976, producto de la Nacionalización del Cobre ejecutada por el Presidente Salvador Allende, que cuenta con una tradición histórica en el ejercicio de la gobernanza corporativa de carácter público, experiencia que se colocó al servicio del desarrollo minero venezolano.

Otro de los participantes en este intercambio, fue la Comisión Calificadora de Competencias en Recursos y Reservas Mineras, con su presidente, y Gladys Hernández, Secretaria Ejecutiva. Dicha Comisión es una organización que agrupa organizaciones profesionales e industriales de la minería con el propósito de garantizar buenas prácticas al momento de la certificación de las capacidades mineras en el país suramericano.

La República Bolivariana de Venezuela en la actualidad, como parte del despliegue del Motor Minería de la Agenda Económica Bolivariana, se encuentra en proceso de certificación de sus riquezas minerales en el Proyecto Nacional de Desarrollo Arco Minero del Orinoco. La Comisión Minera es pionera en la región y el mundo en este proceso de certificación, y ha sostenido encuentros recientes con otras instancias con competencias mineras de gobiernos de América Latina con el propósito de crear marcos nacionales para la certificación de sus respectivas reservas.

Como parte de los acuerdos, Hans Göpfert prevé una próxima visita de la Comisión Minera de Chile a Venezuela a fin de iniciar un trabajo conjunto que siente las bases para la creación de la Comisión Minera de Venezuela, así como un intercambio de datos de los profesionales calificados como Personas Competentes para la certificación con el fin de iniciar acercamientos para el trabajo en conjunto con la industria minera del país.

Cabe destacar la participación de Edward Johns Neumann y Karol Trautmann Thomas, director general y directora de asuntos internacionales, respectivamente, de la Universidad Federico Santa María. La Universidad Técnica Federico Santa María se encuentra entre las principales universidades tecnológicas de América Latina, con amplia experiencia en la formación minera, la cual se colocó a disposición del proyecto de desarrollo minero venezolano. En este sentido, se ha planteado la posibilidad de ampliar intercambios a nivel de postgrados y programas de formación profesional a la medida para los trabajadores, actuales y futuros, del sector minero en Venezuela.

El desarrollo minero tiene raíces históricas en Chile, lo que ha impactado su sociedad, particularmente en la economía, pues representa más del 14% de la economía y el 57% de las exportaciones del país, de las cuales el 90% son cobre. Chile es el principal productor mundial de cobre y litio, y actualmente armoniza el crecimiento y desarrollo de su industria con un énfasis en el respeto de los derechos sociales y ambientales.

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Pueblos indígenas garantizan respeto al ecosistema en exploración y explotación del coltán

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Marcha 1 de Mayo

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Asamblea para acelerar regularización de la pequeña minería en Mina María Catalina

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Gobierno Bolivariano promueve la organización popular para acelerar regularización de la pequeña minería

Durante una asamblea con voceros y voceras de sectores aledaños a la mina María Catalina en el estado Bolívar, el Ministro Jorge Arreaza ordenó evaluar y acelerar la entrega de los permisos necesarios para ejercer la actividad minera a quienes allí trabajan. En  la jornada fueron entregadas medicinas para combatir la malaria y el paludismo.

Caracas, 01 de mayo de 2017 (Prensa Mppdme).- Voceros y voceras de los sectores aledaños a la mina María Catalina, ubicada en el municipio Sifontes del estado Bolívar, recibieron con aplausos la decisión del Gobierno Bolivariano de flexibilizar y acelerar la entrega de los permisos necesarios para ejercer la actividad minera como reconocimiento a los  adelantos alcanzados en el trabajo mancomunado.

Durante el encuentro, celebrado este domingo,  el ministro del Poder Popular de Desarrollo Minero Ecológico, Jorge Arreaza, hizo el anuncio destacando la importancia de la organización de las fuerzas sociales con el fin de cumplir con el mandanto del Líder Supremo de la Revolución, Hugo Chávez, de entregarle el poder al pueblo como única vía para combatir sus grandes problemas, entre los que destacan la pobreza y la miseria.

“Si ustedes se organizan reciben el poder, reciben el permiso de uso de las tierras, reciben el permiso de las minas, el permiso para venderle directamente al Estado, reciben los insumos, el combustible”, dijo el Ministro ante los y las participantes en la segunda reunión celebrada en el estado Bolívar para el desarrollo del Plan de Regularización de la Actividad Minera.

El llamado a la organización fue el mensaje constante
El llamado a la organización fue el mensaje constante

En el marco de este encuentro, funcionarios del Gobierno Revolucionario con la cooperación de la Misión Piar entregaron medicinas contra la malaria y el paludismo en beneficio de los habitantes del municipio Sifontes, donde conviven formas organizativas como las brigadas mineras, comunidades indígenas y frentes sociales.

Temas como la venta directa del oro al Estado, el compromiso de ejercer la minería con respeto al medio ambiente y  el combate a los delitos asociados con la venta del oro, fueron relevantes  en la interacción entre las autoridades gubernamentales,  encabezadas por el ministro Arreaza, y las comunidades participantes.

Sobre el mecanismo de la venta directa, el titular del Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico, luego de observar los avances en el proceso de aprovechamiento  del valioso mineral, expresó confianza en que en poco tiempo el Gobierno Bolivariano comenzará a recibir el oro directo de la mina María Catalina,

En cuanto al cuidado del medio ambiente, al cual calificó como fundamental, Arreaza  destacó la importancia del rol tanto de las comunidades indígenas, por su experiencia milenaria, como  del compromiso asumido por los pequeños mineros de continuar avanzando en los procedimientos para no volver a usar mercurio en la obtención del oro.

Con relación al combate de los delitos en la región, hizo referencia a que será controlada la existencia o el uso de pistas aéreas con el fin de que el transporte del  oro se haga en beneficio de la pequeña minería.

Otros temas de importancia abordados fueron la eventual venta de combustible a precio justo para combatir la especulación, y la adecuación o dotación  de infraestructuras para mejorar los servicios de educación, salud, alimentación  y deportes.

El ministro Arreaza estuvo acompañado en esta asamblea, entre otros funcionarios, por el comandante de la Redi Guayana G/D (Ej.) Jesús Mantilla; y el presidente de la Fundación Misión Piar, José Ortiz.

El Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico, la Misión Piar y las Fuerzas Armadas unieron esfuerzos (Foto: MppDME)
El Ministerio de Desarrollo Minero Ecológico, la Misión Piar y las Fuerzas Armadas unieron esfuerzos (Foto: MppDME)

El comandante de la Zona Operativa de Defensa Integral (Zodi) del estado Bolívar,  Jesús Mantilla, tomó la palabra para exaltar que en la mina María Cristina “se está concretando el sueño del Comandate-presidente Hugo Chávez, porque la comunidad se organizó” y  porque en plena selva “es evidencia del espíritu indomable de los venezolanos”.

“Aquí reflejamos que los venezolanos  tenemos  voluntad , compromiso, principios, valores y que tenemos una bandera que es la Patria. Esta es la mejor demostración de que juntos somos invencibles”, destacó.

Por su parte Luis Romero en representación de los pequeños mineros y las pequeñas mineras, agradeció al presidente Nicolás Maduro por aprobar el decreto 2.165 “porque por fin tenemos en nuestras manos la verdadera importancia que tiene el oro y que tienen los mineros en toda la geografía del  Arco Minero de reivindicar nuestra posición fortaleciendo el sistema financiero de la nación”.

“Somos venezolanos, somos gente de trabajo, somos emprendedores”, dijo en respuesta a quienes califican a los pequeños mineros como delincuentes.

“De aquí en adelante comienza la mejor etapa de la minería moderna en el estado Bolívar”, garantizó.

Las actividades mineras en el municipio Sifontes del estado Bolívar datan de más 100 años. La Zona de Desarrollo Estratégico Nacional Arco Minero del Orinoco, como parte del Motor Minero de la Agenda Económica Bolivariana, contempla la creación de las mejores condiciones necesarias para la actividad de la pequeña minería, bajo la figura de asociaciones estratégicas, con un profundo respeto al ser humano y al medio ambiente, en consonancia con lo establecido en el Plan de la Patria.

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Hoy más que nunca: Conciencia de Clase

Por Jorge Arreaza Montserrat

Nadie duda sobre la existencia de las clases sociales. Marx lo dejó claro, son dos: la burguesía, dueña de los medios de producción y acumuladora del capital a partir de la apropiación de la fuerza de trabajo de los asalariados. Y el proletariado, los asalariados, los que carecen de propiedad privada sobre los medios de producción. Una clase que domina a la otra, que explota a la otra, que se aprovecha y se enriquece a partir de esa explotación sobre la mayoría. Pero es la clase trabajadora, la que hace el esfuerzo, la que produce y genera la riqueza legítima, que luego le es arrebatada y distribuida entre quienes concentran el poder y los medios de producción.

Marx también disertó sobre las características de la superestructura político jurídica, a partir de esas relaciones de producción, de ese modo de producción fundamentado en la explotación. Es decir, los que dominan en la economía, dominarán en la política y en la construcción de aquello que da sentido común a la sociedad en que se desarrolla. La economía capitalista amerita de un ordenamiento jurídico que proteja y naturalice esa relación arbitraria y desigual de una minoría que domina a la gran mayoría. A partir de este hecho, la estructura del Estado Burgués servirá para mantener y profundizar la desigualdad como elemento fundamental del capitalismo. Es la dictadura de la burguesía, que puede, o no, tener fachada de democracia liberal, puede predicar, o no, los derechos del hombre, pero que a fin de cuentas, no es más que el sistema de justificación y protección jurídica- institucional-moral de la explotación económica y la opresión sobre la clase trabajadora.

En Venezuela la burguesía nacional gobernó y dominó a sus anchas, hasta 1989. Una extendida pobreza caracterizó a la inmensa mayoría de los venezolanos. Mientras que un puñado de familias, acumulaban riqueza a partir de la pobreza y el trabajo de esa mayoría. Una burguesía además improductiva, parasitaria, aferrada a la renta petrolera que el Estado, su Estado, le facilitaba para importar y especular, más que producir. Los gobiernos y gobernantes que se correspondieron con esa etapa de la historia y la economía venezolana, eran fieles representantes de aquel sistema de dominación y acumulación del capital. Un enjambre legal que avalaba la desigualdad, la explotación y la entrega de nuestros recursos energéticos y minerales a las grandes corporaciones internacionales, jefes y jefas imperialistas de esa burguesía criolla. Unas Fuerzas Armadas que actuaban como ejército de ocupación, para proteger los privilegios de los pocos y reprimir a las grandes mayorías, que reclamaban su parte de esa riqueza, riqueza que ellos producían, y que también reclamaban los derechos sociales que les eran negados permanentemente.

Pero con 1989, vino 1992, con ese pueblo en la calle, vino Hugo Chávez, y así, los que no tenían parte, se hicieron con el poder político, utilizando con inteligencia estratégica las herramientas de la propia democracia burguesa. En 1999, no se produce un cambio de administración, ni de gobierno en Venezuela, comienza un cambio de época: la transformación y reversión estructural del sistema de exclusión de las mayorías y dominación de la minoría. Y efectivamente, cuando la minoría burguesa entendió que la Revolución Bolivariana sí iba en serio, que pretendía distribuir equitativamente la riqueza nacional y revertir el sistema de dominación y entrega de los Recursos Naturales, se desató una reacción voraz de quienes sentían cómo iban perdiendo aceleradamente el poder político y económico que ilegítimamente detentaron durante más de siglo y medio.

La burguesía, como clase social, se quedó sin el poder político nacional. Y aunque aún conservan amplia hegemonía sobre la propiedad de los medios de producción, han visto disminuidas sus capacidades de dominación y explotación a través de importantes nacionalizaciones, así como de la promulgación de leyes populares que restringen sus privilegios y márgenes de maniobra para explotar a la clase trabajadora. Y esa clase mayoritaria de invisibles y asalariados neo esclavizados, como diría el pensador francés Jacques Ranciere, esa parte de los que no tenían parte, se hizo del poder político, no sólo institucional, sino social y territorial, a partir de la construcción del Poder Popular.

De manera dialéctica, la clase social trabajadora comenzó a hegemonizar la superestructura jurídico política de la sociedad venezolana del siglo XXI, a pesar de que las relaciones económicas de producción no se transformaron al mismo ritmo. La burguesía, por su parte, emprendió una fase violenta y permanente de intento ilegal de restauración en el poder político, a partir de la fuerza de su amplia propiedad privada sobre los medios de producción, los medios de especulación importadora y sus medios de comunicación. Mientras el Comandante, Hugo Chávez, afianzaba a las mayorías en el poder político, fue generando las condiciones para que esa clase trabajadora se fuera apropiando también de medios de producción y fuesen generando nuevos medios, a partir de su organización para el trabajo. La burguesía, sin embargo, tuvo la audacia de permear las instituciones del Estado, en muchos casos vinculadas al poder económico hegemónico, y siguió apropiándose de parte de la renta petrolera, ya no en origen (PDVSA), sino en destino (las divisas para la importación y producción). También usaron ese poder para tratar de derrocar al Gobierno Bolivariano.

El Presidente Nicolás Maduro cortó de cuajo el acceso de la burguesía a las divisas del pueblo. Nuevas instituciones y métodos surgieron. A pesar de la disminución del ingreso petrolero, la inversión social se ha ampliado, las Misiones Socialistas avanzan, los derechos sociales se han profundizado en estos últimos 4 años. A pesar de las dificultades, y precisamente gracias a su capacidad para superar las dificultades con el Pueblo, la Revolución Bolivariana se acerca cada día más a su punto de no retorno. Ante esta realidad, y aprovechando las dificultades económicas, la burguesía arremete con todas sus fuerzas, nacionales e internacionales, con todo su poder económico y mediático, con toda su capacidad de generar violencia política, para evitar que la Revolución alcance ese punto definitivo de irreversibilidad.

En esta nueva etapa de acciones violentas e inconstitucionales, la burguesía sigue demostrando su monolítica conciencia de clase. Es decir, quienes componen esa clase social explotadora, defienden su restauración, luchan por recuperar sus privilegios y, en consecuencia, por negarle los derechos sociales a la mayoría. Planifican desde sus centros de poder económico su estrategia, sus tácticas y atajos inconstitucionales para retomar el poder.

Buena parte de sus nuevas tácticas de guerra se desarrollan hoy en la plataforma 2.0. Las balas no se disparan, sino que se inoculan, desde la idea liberal, bajo el ropaje de la “lucha pacífica y no violenta de la sociedad civil”. Todo se reduce a una imagen, a una consigna vacía, propio de la idea postmoderna del fin de la historia que profetizó erradamente Fukuyama en los años noventa. A través de la voracidad de las redes sociales nos quieren hacer ver que un país de un millón de kilómetros cuadrados y más de treinta millones de personas se reduce a los dos kilómetros cuadrados de caos que incendian en el este de Caracas un grupo de dirigentes irresponsables con alma de Nerón, acompañadados de un contingente de mercenarios y ciudadanos emborrachados por el odio y el fanatismo. Es un esfuerzo más para llevar al pueblo a su propia estructura de pensamiento liberal burgués. Pero el pueblo hace rato que dejó de abrazar ciegamente el evangelio capitalista.

No hay manera de hacer compatibles los intereses de la burguesía con los de la clase trabajadora. La primera, como explicamos al inicio, siempre se alimenta y sustenta del sufrimiento de la segunda, de la entrega de las mayorías. Los sempiternos dueños de los medios de producción y sus allegados tienen claridad meridiana de su necesidad de liquidar la Revolución. Ahora bien. ¿Tiene la clase trabajadora conciencia plena de clase? ¿Hasta qué punto la confusión mediática y la guerra económica genera la percepción de desclasamiento de algunas familias trabajadoras? ¿Cuál ha sido el impacto de esa guerra psicológica para distorsionar la realidad y procurar que los oprimidos defiendan los intereses de quienes les oprimen? ¿A qué otra clase, que no sea la trabajadora, puede pertenecer una maestra, un campesino, un médico, una indígena, un artista, un obrero, una enfermera, un transportista, un minero, un soldado, una funcionaria pública, un profesional asalariado?¿A los intereses de cuál de las dos clases opuestas pertenecen los sectores medios de la sociedad? ¿Con qué clase de identifican? ¿Con la trabajadora o con la se enriquece a partir de robarles su conocimiento, su vida (tiempo) y fuerza de trabajo?

Ésta es la hora de la clase trabajadora. Es el momento de desarrollar plena conciencia de nuestra condición de clase, de nuestra identidad social. Momento de cerrar filas con nuestra Revolución y demostrarle a la clase burguesa, no solamente que ni ellos, ni sus privilegios volverán en la Venezuela del siglo XXI, sino que además perderán de manera definitiva su hegemonía sobre los medios de producción, que dejarán de determinar el modo y las relaciones de producción. Tanto el Comandante Chávez, como el Presidente Maduro, han respetado y han convocado a aquellos dueños de medios de producción privados que estén dispuestos a liquidar el sistema rentista petrolero, que estén dispuestos a desatar sus fuerzas productivas y que estén dispuestos a acompañar a la clase trabajadora al traspasar la barrera del no retorno. Dueños de medios que han de producir con los trabajadores, que los respetan, no que los explotan. No hay nada más violento y letal que la explotación capitalista.

Hoy más que nunca, debemos analizar la realidad, los hechos históricos, los intereses contrapuestos y excluyentes de los grupos sociales en conflicto: debemos fortalecer nuestra conciencia de clase. Somos mayoría, somos alegría, creemos en una sociedad de justicia para que haya una sociedad en paz. No queremos que vuelvan los que nos roban nuestra esperanza, nuestro trabajo, para enriquecerse. Los desafíos por venir serán determinantes. Tomemos conciencia de dónde venimos, de dónde estamos, de quiénes somos y qué queremos. De nosotros depende hoy la existencia misma de la Patria, la construcción de nuevas relaciones de producción, de nuevas relaciones humanas, de una sociedad edificada sobre los valores de la igualdad, el trabajo y solidaridad. La nuestra es una Revolución Socialista, de la clase trabajadora, dirigida por un trabajador, que responde únicamente al mandato y los intereses de su clase, del Pueblo, del interés nacional y el bien social.

Visita la publicación original en: http://blog.jaarreaza.org.ve

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Asamblea con brigadas mineras de La Ramona – El Callao

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